La Inteligencia Artificial (IA) es la habilidad de una máquina para asemejar las capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear”, de acuerdo con la revista Science. La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha dominado la agenda, la cual es una rama de la inteligencia artificial que se enfoca en la generación de contenido original a partir de datos existentes.
Los avances en la IAG han sido impresionantes en los últimos años, y se espera que continúen mejorando en el futuro. Por lo tanto, los beneficios de la IAG son varios, entre ellos encontramos:
- Generación de contenido nuevo en áreas como el arte, la música y la literatura
- Contenido publicitario y de marketing para llegar a un público más amplio
- Aplicación en la investigación científica y en la medicina para analizar datos
Sin embargo, se dice que la IAG también podría tener consecuencias como:
- Generar contenido sesgado, en temas delicados como la política.
- Riesgo de la privacidad, sobre el uso de datos personales y su utilización indebida
- Desafíos éticos sobre la creatividad y la propiedad intelectual.
Otro de los temores, radica en la revolución en el ámbito laboral que desencadenará la inteligencia artificial, siendo un potencial peligro para más de 30 millones de trabajadores en el mundo, ya que podría reemplazarlos en ciertas tareas, automatizando millones de puestos de trabajo. Se estima que para 2027, el 75% de las empresas habrán adoptado la lA. en el empleo, ya que podría reemplazar a trabajadores humanos en ciertas tareas. Por ejemplo, en nuestro país 3 de cada 10 empresas en México usan IA en sus operaciones comerciales, de acuerdo con el estudio Global AI Adoption Index 2022, realizado por Morning Consult para IBM.
La narrativa sobre lo que debe ser la inteligencia artificial, su implementación y regulación, lo han dominado las compañías tecnológicas multinacionales como Microsoft, Amazon o Google, sin embargo, para la subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, Gabriela Ramos, el debate no sólo es tecnológico, sino social.
“La discusión era tecnológica, pero la Unesco pone la conversación en su justa dimensión humana y ética porque al final la inteligencia artificial generativa, que es tan disruptiva y está en todos los ámbitos del quehacer humano, está transformando también nuestra sociedad y eso es lo que tenemos que preguntarnos, si nos está ayudando a construir sociedades más inclusivas, más justas, a reducir las desigualdades o si simplemente las está maximizando”, dice Gabriela Ramos en entrevista para Forbes México.
Marcelo Granieri, Profesor de OBS Business School, señala que ante el avance de la IAG y para contrarrestar el posible reemplazo de trabajadores por esta tecnología, las personas deben trabajar en los siguientes aspectos:
- Aprender habilidades y conocimientos relacionados con la tecnología.
- Adquirir habilidades blandas como la comunicación y la resolución de problemas.
- Desarrollar una mentalidad de aprendizaje para poder adaptarse a los cambios.
- Fomentar la creatividad y la innovación para desarrollar productos únicos.
- Trabajar en equipo con la IA para mejorar la productividad y a desarrollar oportunidades de negocio.
Cabe mencionar que Adobe, IBM y otras cinco empresas han firmado los compromisos voluntarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, los cuales buscan regular la inteligencia artificial (IA), y que exigen medidas como la marca de agua en los contenidos generados por IA, informó la Casa Blanca. Los compromisos originales, pretendían garantizar que el poder de la IA no se utilice con fines destructivos.
En este sentido, es importante tener una regulación y control sobre el uso de esta tecnología para evitar estos riesgos potenciales. El gran tema será definir quienes serán capaces de crear estos marcos regulatorios.
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