Sangre, sudor y palabras: la historia de los debates presidenciales
El Instituto Nacional Electoral (INE) definió las fechas y sedes en las que se realizarán los tres debates presidenciales entre los candidatos a la Presidencia de la República, rumbo a las elecciones de 2024. Los debates se realizarán los domingos 7 y 28 de abril, así como el 19 de mayo. Las sedes de estos eventos serán en la Ciudad de México: sede nacional del INE, los Estudios Churubusco y en el TEC de Monterrey Campus CDMX, el cual compartirá recinto con el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, respectivamente.
En estos ejercicios de intercambio de ideas, propuestas, plataformas políticas y hasta señalamientos y ataques, los candidatos tienen la oportunidad de exponer sus propuestas y visiones ante el público, incluso, de responder a preguntas de periodistas y ciudadanos. Los primeros debates presidenciales en el mundo se remontan a principios del siglo XX, pero su popularidad comenzó con la llegada de la década de los 60, gracias a la irrupción de la caja mágica: la televisión.
El debate presidencial de 1960 entre Richard Nixon y John F. Kennedy es considerado uno de los más importantes de la historia de la democracia, ya que se cree que Kennedy ganó la elección gracias a su mejor apariencia, su comunicación no verbal y su presencia televisiva.
Desde entonces, los debates presidenciales fueron ganando importancia, tanto en los Estados Unidos como en otros países del mundo.
En la actualidad, son un evento mediático de gran magnitud, que suele ser seguido por millones de personas en todo el mundo. Cabe mencionar que el debate presidencial más visto de la historia fue el de 1980 entre Ronald Reagan y Jimmy Carter, con una audiencia estimada de 80 millones de personas.
Los debates presidenciales también se popularizaron en América Latina en las últimas décadas. En la región, los debates fueron hasta el inicio de los años 90. Aunque en México los debates presidenciales televisados tienen una trayectoria reciente. El primer debate presidencial fue el que se llevó a cabo para las elecciones de 1994, donde participaron los candidatos Ernesto Zedillo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Diego Fernández de Cevallos del Partido Acción Nacional (PAN) y Cuauhtémoc Cárdenas del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Este primer debate presidencial fue transmitido en el horario estelar de la televisión, transmitido por TV Azteca, con una audiencia de 34 millones de televidentes, convirtiéndose en el más visto, hasta ahora. Las personas y analistas señalaron que el ganador del primer encuentro fue Fernández de Cevallos. Sin embargo, al final de la contienda, quien fue elegido como presidente fue Ernesto Zedillo.
Cabe mencionar que El debate presidencial más visto de la historia de América Latina fue el de 2018 entre los candidatos a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, con una audiencia estimada de 120 millones de personas.
Los debates se enfrentan a algunos desafíos, como la creciente polarización política, que puede dificultar que los candidatos se entiendan entre sí. Además, el auge de las redes sociales cambió la forma en que los votantes consumen información sobre las elecciones. A pesar de estos desafíos, los debates presidenciales siguen siendo un instrumento importante para que los votantes conozcan las propuestas de los candidatos y tomen una decisión informada en las elecciones. Por lo tanto, son un elemento fundamental de la democracia moderna en los países de occidente.
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