Código de barras: pequeño gran invento que revolucionó el comercio
El Código de Barras es un sistema de codificación creado a través de una serie de líneas y espacios paralelos de distinto grosor. Generalmente se utiliza como sistema de control, ya que facilita la actividad comercial entre el fabricante y el distribuidor, ofreciendo información para identificar productos, llevar control de inventarios, carga y descarga de mercancías, así como disminuir tiempos de atención en ventas.
A finales de los años 50 surgieron diferentes necesidades de capturar datos de manera automática, pero fue hasta 1974 que el Código de Barras llegó a los supermercados de Estados Unidos para tener un mayor control de la información y así mejorar la distribución de los productos. Pero, ¿cómo surgió este gran invento que facilitó las operaciones del comercio mundial?
En 1948, de acuerdo con el portal de la BBC en español, Joseph Woodland, un estudiante de posgrado del Instituto Drexel en Filadelfia, Estados Unidos, estaba pensando en algo que le había planteado un comerciante local: ¿habrá alguna manera de hacer más rápido el pago en sus tiendas automatizando el proceso de registrar la transacción?
En una visita a sus padres en Miami Beach, Woodland se sentó en la playa a pensar, mientras jugaba distraído con la arena, dejándola caer entre sus dedos. Cuando observó las líneas que su mano había dejado en la arena, se le ocurrió algo. Así como el código Morse usa puntos y líneas para transmitir un mensaje, se podían usar líneas delgadas y gruesas para codificar información. Al final, el estudiante decidió usar una diana con rayas de cebra para describir un producto y su precio en un código.
Con la tecnología de la época era posible realizar la idea, pero era costoso. Sin embargo, el avance de las computadoras y la invención de las máquinas de rayos láser la hizo más realista. Hasta principios de los años 70, al ingeniero de IBM George Laurer se le ocurrió que un rectángulo sería más compacto que la diana que había diseñado Woodland y desarrolló un sistema que usaba láseres y computadoras tan rápido que podía procesar bolsas de productos con sólo pasarlas sobre el escáner.
Cabe mencionar que, a medida que pasaba el tiempo se fue haciendo evidente que el código de barras terminó por favorecer a cierto tipo de comerciantes: los grandes supermercados. Para los negocios familiares pequeños, adoptar el sistema era una solución cara. En 1974, en la caja de pago del supermercado Marsh de la ciudad Troy en Ohio, cuando una cajera escaneó un paquete de goma de mascar Wrigley’s, registrando automáticamente el precio de US$0.67. Por lo tanto, la venta del chicle fue la presentación en sociedad del código de barras.
En México, la fecha oficial de entrada del Código de Barras fue en 1986, gracias a que un grupo de 18 empresas, bajo la iniciativa de Henry Davis, entonces Director General del Grupo Aurrera, se reunieron con la finalidad de establecer el Código de Barras en México. El primer producto mexicano identificado con un Código de Barras fue el jabón Don Máximo.
Sin duda, este invento cambió la manera de hacer negocios en la economía mundial. Actualmente se calcula que en el mundo diariamente se realizan más de 5 mil millones de lecturas de Código de Barras. Este invento revolucionó la forma de hacer negocios y hoy se ha convertido en un icono comercial y sinónimo de orden, eficiencia, productividad, confiabilidad y ahorro para cada eslabón de la cadena de suministro, así como la llave de acceso de las compañías al comercio formal e internacional.
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