HISTORIAS DE VIDA: ‘FALLO’ FIGUEROA

Por José Sobrevilla

“Soy tlacotalpeño nato,

ebanista por oficio,

tocar ha sido mi vicio.

Doy siempre el mejor trato,

al derecho y al revés

mi verso no llega a diez.

Marca mi rumbo la proa

soy Rafael Figueroa,

hijo de Chole Alavés”.

Con este verso don Rafael Figueroa Alavés se presenta al periodista Raúl Fraga y este reportero en esta historia de vida, justo en las majestuosas escaleras del Palacio Postal(CDMX), después de recibir el Gran Premio Nacional de Arte Popular del Fondo Nacional de las Artes, Fonart. Fue en la mañana del miércoles 17 de Julio cuando autoridades de Cultura y Comunicaciones habrían convocado al tlacotalpeño para otorgarle este reconocimiento, así como a muchos artesanos y artistas del país. La convocatoria fuedifundida por Facebook el Dr. Rafael Figueroa Hernández, hijo de Don Fallo, investigador del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana y de ahí programamos el acompañamiento y la entrevista.

​Con ochenta y ocho años de edad, como todos conocen porque ha sido ampliamente difundido en la web, ‘Don Fallo’ habría nacido en Tlacotalpan, Veracruz, en 1935,heredando de su señor padre, ebanista de oficio, el tratamiento y trabajo de las maderas. A edad pequeña partió a la Ciudad de México para −por 24 años− trabajar en una empresa que se dedicaba a la fabricación de muebles para establecimientos comerciales, en la que, de llegar ebanista,terminó siendo el jefe de personal.  

​Don Rafael Figueroa Alavés, por herencia de su padre, conocía de la fabricación de los muebles de estilo tlacotalpeño y, cuando en los años ochenta, regresa a su natal Tlacotalpan, da inicio a la fabricación de este tipo de muebles y, algo que lo llena de orgullo, es que uno de ellos se encuentra, ni más ni menos, que en San Pedro, Roma, el cual fue llevado como regalo al Papa Juan Pablo II.

​Su actividad como artesano lo ha llevado a ser merecedor del Primer Premio en el concurso ‘Manos de México’ que ha venido otorgando el Fonart y la Secretaría de Solidaridad, pero, inquieto como es, y con la herencia musical de la familia, fue tan aficionado a la música que a los 14 años ya estaba ejecutando como trompetista en la ‘Orquesta Tropical de Tlacotalpan’ y, en su estancia en la Ciudad de México llegó a participar también como bajista en el conjunto de la Unión Nacional de Productores de Azúcar, la famosa UNPASA.  

​Varios chamaquitos tlacotalpeños de sus tiempos corrían y revoloteaban en su casa cuando se propuso enseñarlos a tocar guitarra. Con ellos llegó a formar ‘Fandanguito’, un grupo integrado con aquellos niños y que llegaron a participar en uno de los Encuentros de Jaraneros de Tlacotalpan. Con ellos llegó a grabar dos cassettes de su música.

​A Don Fallo se debe la fundación del grupo de cuerdas ‘La trova de Tlacotalpan’, como además fue miembro fundador del ‘Grupo Siquisirí’. Por si fuera poco, fue coordinador por varios años de los Encuentros de Jaraneros de Tlacotalpan, participando también en la grabación de un gran disco de música jarocha con el Grupo ‘Soneros de la Cuenca’, época en la que también grabó con el auspicio de la Universidad Veracruzana el disco ‘Muestras Folclóricas”. En 1992 fue fundador del programa radiofónico ‘Viva la Cuenca’ transmitido desde Cosamaloapan, Veracruz y, por 1991, ya había participado en el Circuito Cultural de la Frontera Sur tocando en estados como Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Campeche. Con el Siquisirí, año con año estuvo participando en diversos festivales de Encuentros de Jaraneros en la alta y baja cuenca del Papaloapan, así como los celebrados en la Ciudad de México, como el célebre que se celebraba en el exconvento de Culhuacán, por mencionar algunos.

​Cabe recordar que el 23 de noviembre de 2009, fue presentada la edición (del mismo año) del “Decimario Viva la Cuenca”, en la Casa del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación. En el blog de este centro se publicó quepocos movimientos literarios en nuestro país, cultos o populares, habían tenido la vitalidad y empuje que ha mostrado la décima jarocha en los últimos veinte años. “A partir de la participación de don Guillermo Cházaro Lagosy el grupo Siquisirí en el programa ‘Viva la Cuenca’transmitido desde Cosamaloapan, se ha dado un crecimiento exponencial de poetas, que se dedican por cientos a cultivar este regalo del Siglo de Oro español a la cultura jarocha”.

​ Fue precisamente con la fundación de Siquisirí que Don Fallo inició su etapa de laudero cuando se propuso construirles los instrumentos, como eran jaranas, requintos y boconas, introduciendo cambios en su fabricación para hacerlos más versátiles, particularmente en lo que tiene que ver con el diseño y acabados. No olvidar que Don fallo fue quien introdujo el Contrabajo en las agrupaciones de música jarocha. Sus instrumentos han sido adquiridos por distintos grupos de Son Jarocho, aprendices e incluso por grupos que nos son de Son jarocho como Café Tacuba.

​PREMIO NACIONAL A LA TRAYECTORIA ARTESANAL

− ¿Qué representa para Don Fallo Figueroa el haber recibido este reconocimiento a su trayectoria como artesano? Le inquirió el periodista Raúl Fraga momentos después de que recibiera el papel que lo acreditara como ganador. “Ha sidouna satisfacción −respondió− por lo que he hecho y lo que me gusta hacer. O sea, yo lo veo fácil. Creo que aquí se puede ganar la cosa. Lo que hago, lo hago bien porque me gusta hacerlo. 

−Con su enorme trayectoria ¿Qué simboliza para Don Fallo, ser ejemplo para las nuevas generaciones? 

​Bueno, en realidad si soy un ejemplo; yo me llevo mucho con los jóvenes y en mi taller les he enseñado a los chamacos a tocar; a algunos otros a hacer algo de los instrumentos que fabrico, en fin, y lo hago con mucho gusto, incluso les digo: pórtense bien y podrán llegar a mi edad como yo estoy.

​En cuanto al son jarocho dijo que −en principio− no era lo suyo, “pero bueno, creo que fue todo bien, porque yo fui trompetista de una orquesta (…) gracias a la música he conocido varios lugares, por ejemplo, Estados Unidos, ya ni se diga; ahí he estado en varios lugares. Fui a Canadá, Cuba, Venezuela, Colombia, Irlanda, Japón… como cree que no voy a sentir bonito… sobre todo que aprende uno al estar en esos lugares”.

​“Yo trabajo en mi casa y no pertenezco a ninguna casa de cultura ni nada. Los maestros de casa de cultura son mis ayudantes y los visito casi a diario, pero ahí no doy clases. A veces regalo instrumentos a alguna escuela, ¡Qué podemos hacer; si se puede, ¡hay que hacerlo!  

​Sobre el papel que el Dr. Rafael Figueroa, hijo, realiza en la Universidad Veracruzana, solo dijo: “El hombre está muy documentado en todo eso (de la música veracruzana) y sí ha investigado desde muy atrás…

-¿Cuáles son los grandes planes que hoy tiene, dado que se le ha un reconocimiento nacional en este bello palacio postal? Sigue cuestionando Raúl Fraga.

​Mire, no, no pienso a mucho, por mi edad, la verdad. Claro que hasta donde yo pueda llegar, vamos a seguirle. Acabamos de grabar con un grupo… el disco ya no se puede decir. Claro, pero acabamos de grabar unos sones nuevos y todo eso, y pues a seguirle porque no hay de otra. Seguir y seguir hasta donde se pueda. Parece ser que todavía puede llegarme otro ratito de vigor para hacerlo, ¿no?, porque con88 años creo que estoy demasiado bien.

−¿De dónde aprendió usted el arte de la músicaveracruzana?

​Eso se trae. Mi mamá a los ocho años me empezó a enseñar a tocar la guitarra… tengo tíos compositores, otro tío director en una de las principales orquestas del puerto de Veracruz. En fin, yo pienso que lo trae uno de “nación”. No puedo saber en qué año hice mi primera grabación, pero sí que tiene mínimo treinta años. Hay un disco por ahí que grabamos con ayuda de los músicos, algunos, del grupo(Siquisirí). Son sones jarochos y se llama “Sin palabras”, no hay voz, pura música. Está increíble. 

-¿Cuál sería el mensaje clave para la nueva generación de mexicanos que buscan reencontrarse con la cultura y la música de nuestro país? Cuestiona finalmente Raúl Fraga.

​Que busquen pero que insistan, porque esto es tiempo; por ejemplo, no voy a aprender en un día a tocar un instrumento; debe dedicarse tiempo, algunos empiezan, pero no siguen. En la casa de cultura, es grave, porque a pesar que no cobran la enseñanza de instrumentos y todo, el cupo que hay es mínimo. No van, y los pocos que lo hacen, a los dos tres meses se regresan y no continúan. Deben luchar, porque si no, no lo logran. 

​ En chicago estuvimos en un conservatorio enseñando el son jarocho. Mis sobrinos que son de un grupo que traía yo (…) uno enseñaba baile, otro el requinto, otro la jarana, yo el contrabajo (…) no pueden oír, se hacen dependientes del papel. El papel es muy bueno, pero hay que darle sentimiento, señala palpándose el pecho a la altura del corazón.

​Con el grupo Siquisirí, Don Fallo se ha presentado en reconocidos eventos internacionales como la Expo Aichi de Nagoya en Japón y el X Festival de la Cultura del Caribe en Cuba, entre otros. “En 2007 realizó una gira por varias entidades federativas de los Estados Unidos que culminó con una presentación grabada en vivo en el Rialto Center for theArts en Atlanta, GA”, consigna el Diario Ayipantla (Juan Carlos Absalón / Tlacotalpan, Ver.)

​Comentó finalmente que desde muy joven empezó a trabajar la artesanía de los instrumentos, hace 38 añoscuando llegó al grupo Siquisirí, “yo pude hacer los instrumentos del grupo y son los que usan; y desde entonces me quedé haciendo instrumentos. Afortunadamente han salido del país, a muchos lados: mandé una guitarra a las Islas Canarias, y me regresaron un video tocándola. 

−Sé que está grabando un disco con puros ‘palomazos’, ¿qué nos puede contar?

​Se ha grabado con aproximadamente cuarenta gruposde más de cien. Me va a tocar hacerlo en México, la Ciudad, el 11 de agosto (2024): se inscriben y toco con ellos, y de todo eso que grabé, muchísimos sones, tengo que escoger doce. Tengo que estar oyendo y oyendo y decidir, sin saber quiénes son, los que se quedan. 

​… Recibo otro premio en unos días en Ciudad de México, pero aún no sé dónde. Escogieron de cuatro estados una persona, y a mí me tocó por Veracruz, al parecer es en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el INAH. 

Entrevista realizada el 17 de julio 2024