Cada 9 de octubre, se celebra el Día Mundial del Correo. Pero, ¿de dónde proviene la palabra correo? De acuerdo con información del portal de la UNAM, esta tiene su origen del latín currere, que significa ir de prisa, correr. Los antiguos romanos utilizaban stationes (albergues) en donde los mensajeros y sus caballos podían descansar antes de continuar su viaje. Con el paso del tiempo a los sitios de descanso se les llamó postatio y de ahí surgió el término postal.
Desde la antigüedad, cuando surgió la necesidad de la comunicación a distancia y los primeros mensajeros, hasta el uso actual de los medios digitales, el correo ha estado presente en la historia de la humanidad: postal o electrónico, permanece vigente. Con una historia que se remonta a cuatro mil años, el origen del correo se remonta al antiguo Egipto, cuando surgieron los primeros mensajeros a pie. Por otra parte, se estima que hace dos mil años, en Roma, los primeros mensajeros a caballo.
En el territorio que ahora es México, esa tarea la realizaban diferentes tipos de mensajeros: el paynani o “corredor ligero”, considerado mensajero de los dioses, y que servía a los tlatoani o gobernantes; los yciucatitlantis, quienes iban con información a las ciudades; los tequihuatitlantis o mensajeros de guerra, y los tamemes, quienes llevaban mercancías. Con la Conquista, llegaron las carretas tiradas por bueyes o caballos. En 1579, esta labor se estableció como actividad formal. Casi 200 años después, en 1762, se incorporó el uso de buzones y apareció por primera vez la figura del cartero. En el México independiente, en 1856, se ordenó el uso de estampillas postales, siendo la primera una con la imagen de Miguel Hidalgo y Costilla. Para 1917, el teniente coronel y piloto aviador Horacio Ruiz Gaviño realizó el primer vuelo de correo aéreo entre las ciudades de Pachuca y México. Para la década de los 80, en 1981, se estableció el código postal para cada una de las colonias del territorio nacional, con el fin de mejorar la logística de la correspondencia.
En tanto, la llegada del correo electrónico al país ocurrió hace más de 30 años. “Surgió en los años 80 del siglo pasado como una herramienta para el ámbito educativo, con una intervención importante de la UNAM y otras instituciones que impulsaron BitNet, una red computacional que permitía a los académicos vincularse con sus colegas de otras naciones”, de acuerdo con Marcela Peñaloza Báez, titular de Colaboración y Vinculación de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC). Pero, a finales de los años 90 tanto en México, como en el resto del mundo, se comenzó a popularizar el uso del e-mail con el surgimiento de Hotmail, el cual estaba su uso no estaba restringido a cierto público.
Se estima que hay cuatro mil millones de cuentas de correo electrónico en el mundo. En el país se calcula que 60 millones de usuarios tienen al menos una cuenta. Asimismo, se calcula que cada día se envían 280 mil millones de correos, es decir, una cantidad de información enorme, que incluye spam o mensajes no deseados.
Marcela Peñaloza señala que el e-mail con las nuevas generaciones se está convirtiendo más en un medio de identificación que en un modo de comunicación, como una suerte de identificador personal que les permite, por ejemplo, suscribirse a una red social.
Además, la experta alerta que en torno al correo electrónico quedan temas pendientes; uno de los más relevantes es la seguridad, porque ahí queda atrapada mucha información personal. Otro es la huella ecológica que produce, porque la inmensa cantidad de correos que se envían al día estaría produciendo el bióxido de carbono equivalente a tener siete millones de autos más en las carreteras del mundo, cada año.
Ante la irrupción del correo electrónico, el correo tradicional en nuestro país, a través del Servicio Postal Mexicano, ha sobrevivido no sólo de entrega de cartas y tarjetas postales, sino todo tipo de correspondencia: documentos, catálogos, revistas, regalos, avisos. Además, el correo postal es económico, pues no requiere un dispositivo electrónico (computadora, teléfono celular, tableta) ni conexión a Internet.
Hoy en día, en cambio, vemos que para los jóvenes ya no tiene tanto sentido el uso del correo postal, ni siquiera del electrónico. Se comunican de forma inmediata, con informalidad en el uso del lenguaje, y para ellos esta herramienta representa un medio arcaico, rígido, que obliga a la construcción de mensajes más elaborados, y lo usan lo menos posible, sólo cuando interactúan con sus profesores o institucionalmente, pero no con sus pares, menciona Marcela Peñaloza Báez, titular de Colaboración y Vinculación de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC).
Hoy en día, los jóvenes utilizan WhatsApp, una plataforma de mensajería que permite una respuesta inmediata. Sin embargo, no olvidemos el origen, que con la llegada del correo, el ser humano tuvo la oportunidad de plasmar pensamientos, opiniones, reflexiones, sentimientos o emociones, más allá de los breves mensajes en una aplicación de teléfono móvil. El correo tradicional encierra un acto profundamente humano: la escritura.
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