Este 16 de octubre The Walt Disney Company celebra sus 100 años de historia. Fundada en 1923 como Disney Brothers Cartoon Studio, por los hermanos Walt y Roy Disney, quienes, sin imaginarlo, su compañía se convertiría en la pionera en realizar películas icónicas, así como un imperio de parque temático mundial, logrando tejer un imperio de más de 173 mil millones de dólares.
Cuando escuchamos hablar de Disney, seguramente lo primero que se nos viene a la mente son los clásicos dibujos animados de Mickey Mouse, La Cenicienta, Dumbo y Bambi. O quizás lo relacionamos con los parques de atracciones que han deleitado a grandes y chicos durante décadas. Lo que no todos saben es que Disney es realmente un conglomerado multinacional que posee y opera hoteles, cadenas de televisión, estudios cinematográficos, tiendas y hasta líneas de cruceros.
Su entrada en el universo del streaming en noviembre de 2019, con Disney+ mostró su impacto mediático. En tan sólo un año, más de 86 millones de personas en todo el mundo se han suscrito a esta nueva plataforma. Este hito fue todo un éxito para la compañía porque entró de lleno a competir con Netflix y Amazon. Tan sólo en México, del total de los 12 millones de suscriptores a plataformas de video bajo demanda, 12% están suscritos a la plataforma de Mickey Mouse, es decir, poco más de 6 millones de mexicanos.
Lo anterior, fue posible, gracias al branding o la imagen y reputación de la compañía, así como su extenso catálogo de contenidos. Con el tiempo, cada nuevo anuncio de Disney+, ya fueran nuevas series o películas en producción, futuros estrenos o paquetes de precios, conseguía un gran impacto y repercusión en la industria del streaming y del entretenimiento.
Disney ha conseguido poner en valor su imagen, construyendo una nueva narrativa en torno a su nueva plataforma de streaming. Pero Disney no es tan amigable en el mercado del entretenimiento. Se ha convertido en una industria monopólica y devoradora. La compañía ha adquirido sistemáticamente la competencia. Aquí los compras más mediáticas que hizo la empresa de Walt Disney: Pixar, Star Wars, Marvel, National Geographic, Endemol, Hulu, así como pequeños emporios como Vice, incluso cadenas de televisión como ESPN y ABC, dos de las cadenas más importantes de Estados Unidos. La cereza en el pastel fue la adquisición de Fox en 71 mil millones de dólares, añadiendo a su colección de su plataforma de streaming, todo el catálogo audiovisual de Fox, incluyendo series como Los Simpsons, así como los grandes títulos de los estudios históricos 21st Century Fox.
Jamás en la historia reciente del entretenimiento se había concentrado tanto dinero y contenido audiovisual en tan pocas manos. Lo anterior no es casualidad, hay una tendencia a nivel planetario que lo delata: el 28% de la economía mundial ya está en manos de las 50 empresas más grandes, muy en especial las tecnológicas, de acuerdo con datos de la revista Forbes.
Pero punto y aparte, volvámonos a sumergir en el mundo de fantasía de Disney. Cabe mencionar que, la compañía estará celebrando su centenario con la campaña: “Disney100”. A lo largo de este año, continuará con la celebración de su aniversario, homenajeando a los fans y a los creadores de las historias que han hecho posible la emoción y la magia.
‘Disney100’ es una celebración de las historias eternas y los personajes inolvidables que han entretenido e inspirado a personas de todas las edades estas últimas 10 décadas.
Disney es el productor de ideas e historias de la humanidad. La empresa, a lo largo de sus 100 años, más que una compañía se terminó por convertir en un símbolo cultural y de consumo. Por lo tanto, es un imperio que tiene una capacidad extraordinaria para dictar patrones de consumo y tendencias industriales.
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