En México, el mes de Diciembre viene acompañado de diversos encuentros, historias y tradiciones, tales como la colocación del Nacimiento, las posadas, los villancicos y las pastorelas. Estas últimas surgieron para evangelizar a la sociedad de la Nueva España, Estas tradicionales puestas en escena que, de modo original y divertido, recrean, desde tiempos de la Colonia el nacimiento del Niño Jesús en Belén.
Los investigadores creen que el origen de las pastorelas se remonta al siglo XII, en Europa. Se estima que fue San Francisco de Asís quien creó la primera representación sobre la Navidad en Italia en 1223. Esta se realizó porque la población no sabía leer ni escribir, convirtiéndose en una manera de transmitir la historia del nacimiento de Jesús.
Tradicionalmente en las pastorelas navideñas se cuentan los problemas que enfrentan María, José para llegar a Belén. En conjunto con la lucha de los pastores contra los demonios, que comúnmente representan los siete pecados capitales. Durante estas obras los personajes deben enfrentarse a trampas, tentaciones y obstáculos que se les presentan, con el fin de probar su fe.
En lo que hoy es México, las pastorelas comenzaron a ponerse en marcha durante la época de la Colonia, cuando los evangelistas usaban las pastorelas para explicar a los indígenas diversos aspectos de la religión católica. Así, en 1530, el fray Andrés de Olmos presentó la primera pastorela mexicana, la cual llevaba por nombre “La adoración de los Reyes Magos”. En el siglo XIX, José Joaquín Fernández Lizardí, escritor novohispano, autor de la novela El Periquillo Sarniento, escribió la primera representación de este género de manera formal, presentando su obra a las altas esferas con actores profesionales y un lenguaje culto, que, a lo largo de los años se convirtió en un género teatral popular mexicano.
El sentido de las pastorelas ha cambiado a lo largo del tiempo. Si bien, antes tenía un sentido evangelizador, durante los últimos años tocan temas que van desde lo político, lo económico, lo deportivo, incluso con críticas a los medios de comunicación, adoptan elementos propios de nuestro contexto.“Una expresión para el pueblo con el pueblo, desde el pueblo”, explica Miguel Ángel Morales, director de teatro.
Por ello, no es sorpresa que está escenificación diera pie a la película mexicana Pastorela, dirigida y escrita por Emilio Portes, y protagonizada por Joaquín Cosío. Sin dua, esta película mexicana es perfecta para la temporada de pastorelas, además de otros clásicos que puedes consultar aquí.
Cabe mencionar que el nombre “pastorela” de esta representación teatral se debe a que los personajes principales son los pastores que se enfrentan con los obstáculos puestos por el diablo. El significado de las pastorelas es más profundo de lo que parece, pues no solo es música, baile, sátiras políticas, sociales o hacer reír al público con el típico humor mexicano, debido a que, en el fondo aún llevan el mensaje de la esperanza, la ilusión, el amor, la paz y la unión de las fechas decembrinas.
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