La Falsa Publicidad que se Hizo Realidad
Lo que comenzó como una campaña publicitaria provocativa, ha evolucionado en un caso sorprendente de marketing que ha superado las expectativas. La historia de cómo la falsa publicidad se convirtió en realidad ilustra la importancia de la innovación y la conexión con el consumidor en el mundo de los negocios.
Proan, una empresa basada en San Juan de los Lagos, Jalisco, con una historia de 60 años en la industria de alimentos y fundadora de la marca Huevo San Juan, se encontró con un mensaje inusual en las redes sociales. «Me voy para México con mi caja de huevos San Juan», era una de las declaraciones que llamó la atención de los directivos de la empresa.
La razón detrás de este fenómeno, radica en la resistencia de las cajas de huevos San Juan, que las hace populares para usos no convencionales, como mudanzas o como «maletas» para aquellos que viajan en autobús. La cultura popular sostiene que las cajas de Huevo San Juan son las mejores para estas aplicaciones.
Esta peculiaridad se convirtió en una idea de marketing innovadora: Proan, comenzó a promocionar la idea de canjear las cajas de huevos por maletas reales. Sin embargo, la campaña no se hizo exitosa solo por sus estrategias de marketing o por el uso de redes sociales, sino, por la conexión que estableció con los consumidores.
En un principio del año, Proan realizó una escucha social para entender cómo se percibía su marca en la opinión pública. Basados en los comentarios de los consumidores, decidieron imprimir un mensaje en sus cajas de huevos: «Esta es una maleta, pero también sirve para empacar huevos». Esta decisión, fue recibida con entusiasmo por parte de los consumidores.
Posteriormente, la compañía creó maletas con la imagen de sus cajas de huevos para regalar a sus clientes. La viralidad se desató cuando un cliente tomó una foto viajando con su «caja de huevo» y compartió la imagen en redes sociales.
La campaña original se hizo realidad cuando, en agosto, Proan se presentó en la terminal de autobuses TAPO de la Ciudad de México y comenzó a intercambiar cajas de huevo por maletas. Aunque se distribuyeron solo 200 maletas, el impacto en las redes sociales fue inmenso, con un 10% de la población mexicana enterándose de la noticia de manera orgánica.
Este éxito no se debió a una inversión publicitaria significativa, sino a la conexión genuina que los consumidores sienten hacia la marca. Cuando una empresa se relaciona con algo que el público se identifica, no necesita pagar para ser escuchada. Este es el poder de los medios ganados en comparación con los medios pagados.
Esta historia, también, impulsó la búsqueda de información sobre Proan y Huevo San Juan en internet, generando una gran cantidad de menciones positivas para la empresa.
El éxito de esta estrategia es un testimonio de la constancia de Proan en el mercado y su compromiso con la calidad y la innovación. Además, demuestra cómo una marca puede mantenerse relevante y conectar con su audiencia en la era digital.
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