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Más representado menos influenciado

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Estaba pend… en tiktok, cuando una “tiktokera” llamada Ter.Fan1 haciendo una breve crítica a que la han llamado “Influencer” (no es publicidad ni mucho menos), pero, me hizo pensar sobre la razón que motiva  a los “influencers” y la postura, de lo que en verdad tratan de representar, desde la clásica “personalidad” frustrada que se molesta por que se siente una especie de celebridad no reconocida (caso real de 230 seguidores 😒, la cual no mencionare su nombre),  hasta el promotor de algún conocimiento o cultura, entonces  ¿influye? o ¿no?; pero ¿Sobre quién influye?

Es notorio que, el acto de los “influencers” reflejan una parte de su pasión, pasatiempo o fascinación por algo, compartiéndolo obviamente a través de un mismo lenguaje, vocablo, jerga, acento, tono, gesto, prioridad e ideología, el contenido de sus videos o reseñas escritas en Google, Facebook o Instagram, NO influye sobre la personas, lo que realmente es una especie de empatía acentuada en relación a ciertas características o gustos compartidos y están ensalzada con los que se encargan de generar ese contenido. 

Por ejemplo, un llamado “Foody”, es una persona que le encanta comer y le es tan placentero que representa una comunidad de personas que gozan de lo mismo (aunque no lo ejerzan como tal), y esto pasa con los que comparten un vacío, una decepción, un interés, una emoción que hace que se identifiquen, y se representan con alguien que habla del tema que nadie se atreve a mencionar en su entorno social por tabú, vergüenza, ansiedad, obviamente desde la intersubjetividad.

Entonces, los influencers no influyen, los influencers representan, recomiendan y creen que influyen. Entenderse e identificarse con influencers, quizá es, porque representa alguna parte en sentido personal, asociado a una parte de la personalidad que guste de percibir el mundo de tal o cual, dónde lo único que hace es motivar como detonante una parte de ti que ya existía o existe. Eso me lleva a pensar en las religiones (el sacerdote es un representante de los que buscan la esperanza de una deidad y el temor a una eterno castigo), partidos políticos (un representante de interés sociales en común), clubes de optimismo (los que buscan empoderamiento o resiliencia), clubes fitness, etcétera.

No negaré que se modelan ciertas conductas, pero, para ser Influencer no solo tiene que representar, sino saber venderse, sea la cosa, idea, motivación, sentimiento, de acuerdo con la filosofía de Charles Taylor, la identidad personal es una realización de un modo de vida con significado dentro de un marco cultural y de relación de sí mismo con los otros significantes y que expresa una valoración de bienes en términos de elegir el mejor modo de ser y de vivir.  Es aquí donde un Influencer de videojuegos no hará ninguna magia sobre alguien que solo le interesan los viajes, quizá hará efecto sobre algunos que gusten de animes, pues por lo general el anime y los videojuegos están asociados o pertenecen al mismo tipo de universo. Los gustos y preferencias se asocian a las prioridades de consumo social, anímico o utilitario, pueden diferir en lo personal, pero están vinculados socialmente. 

Hago énfasis en el hecho “saber vender”, pues el Influencer puede estar dentro de los parámetros que van desde un utilitarismo-pragmático, hasta la estupidez, y vender lo que representa, Adam Smith decía que un Duque de menor título en el reino con tan solo 100 subordinados, puede valer lo mismo que un Rey de las latitudes lejanas, que tiene a su cargo 10,000 salvajes, haciendo énfasis a el valor de lo que se representa.

  Entonces, estos personajes pueden ser detonantes que te impulsan en reordenar la información que ya tenías desde un inicio, no es que tengan control sobre ti, más bien, motivan y fomentan de alguna  manera la justificación reprimida que ya tenías en la cabeza para hacer o consumir algo, para pronto, son representaciones sobre saber lo que uno quiere y justificarlo con la opinión de un tercero y también es dejar la decisión a un tercero, pues si sale bien, entonces habrá sido una buena elección, de lo contrario, la responsabilidad sobre la decisión pasara a alguien más, así se podrá señalar a un culpable lo que hará aligerar la carga de error.

De aquí que podríamos considerar esta parte de la identidad como una narración social, en la que Taylor coincide con las posturas filosóficas de Alasdair MacIntyre y Paul Ricoeur (el individuo se entiende en abstracto, separado de cualquier rol social, aislado de todos los elementos fundamentales en la interpretación que tiene un sujeto de sí mismo). Además, la teoría de la identidad personal desde Taylor sustenta que el sujeto no decide o no elige las fuentes de su identidad, sino que la construye a partir de la relación social y política con los otros significantes. Y representaciones.

Desde la perspectiva crítica de Sen (2000), dice que la identidad única, ya sea cultural, comunitaria o religiosa, es un empobrecimiento de los individuos, ya que otorga a la persona una sola forma de ser, cuando en realidad la libertad es el elemento esencial para su desarrollo, y la comunidad, entendida como identidades colectivas o identidad atribuida, no debe estar nunca por encima de las decisiones individuales acerca de la identidad personal.

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