Ramón Ramírez Gutiérrez: De la mixteca a las mañaneras

• Antes primero entraban los periodistas acreditados y al último nos dejaban pasar a los invitados

                Gozando del respeto y reconocimiento del presidente, Ramón Ramírez Gutiérrez pertenece a la Sierra de la Mixteca y es periodista de radios comunitarias. Transmite en ‘La pequeña 91.5’ en el área de noticias. “Nos llamamos ‘NTS, el reloj’ y soy de un segmento que hemos llamado periodismo comunitario”. Aseguró en esta entrevista que “a los 14 años de edad inicié en el periodismo por afición, con un tío quien tenía un periódico que se imprimía en hojas, copias fotostáticas, que se llamó ‘La Voz’, ‘El regional’… y cambió algunos nombres; y ahí empecé a escribir mis primeros artículos; posteriormente fui invitado a la Radio Comercial en Tlaxiaco y después, dada las situaciones que tiene la región de la Mixteca, hice mi proyecto comunitario de periodismo”.

Aseguró que el género llamado ‘periodismo comunitario’ lo ha llevado a algunas partes incluso del mundo a dar pláticas de él; y que las comunidades del interior del país tienen derecho a informar lo que pasa, pero también informarse de lo que pasa en el mundo; es decir, “las benditas redes sociales nos permiten esta dualidad que, en antaño, las comunidades estábamos periodísticamente aisladas en situaciones de comunicación. Y esa apertura fue precisamente lo que me animó.

                A pregunta expresa de Eduardo Esquivel Ancona, acerca de qué lo inspiró a participar de las mañaneras, Ramón respondió que, como muchos, jamás soñó estar frente a un presidente de la República, ni pisar Palacio Nacional “y es eso lo que me inspiró, poder ser la voz de las comunidades indígenas”.

                Yo dije, “si están hablando del desarrollo nacional, mis comunidades indígenas no pueden quedarse atrás, de ahí he retomado algunos aspectos como el movimiento LGBT, los migrantes quienes ahorita, por ejemplo, están viviendo una situación coyuntural que la mayoría no pudo votar en el extranjero, el tema del agua, la defensa de los trabajadores. Ahora mismo, el magisterio está protestando, pero no había una voz y es eso precisamente lo que me inspiró. Creo que en la matutina me he dedicado a eso.

El otro día me dio mucho gusto saber que el presidente estaba enterado de tantas cosas de forma general y de forma particular, como por ejemplo que me hospedo en un hostal aquí en Santo Domingo.

− ¿Cómo te han recibido los compañeros de la mañanera?

Recuerdo fotográficamente la primera ocasión que llegué acá a la conferencia matutina y pues obviamente, pues sí, no quisiera catalogarlo como discriminación, pero sí como duda. Me preguntaron quién era yo, qué hacía aquí… Antes primero entraban los periodistas acreditados y al último nos dejaban pasar a los invitados. Yo llegué a las cinco de la mañana y estuve formado, pues quería entrar primero, pero luego me dijeron las normas y cuando ingreso ya estaban prácticamente llenas las cuatro primeras filas. En aquella primera ocasión me tocó la quinta fila y pensaba que era la única posibilidad que tenía para dirigirme al presidente de la República.

Me mantuve toda la matutina, con la mano levantada y, al final, se despide el presidente diciendo “nos vemos mañana”, que es su frase común. Y yo, arriesgándome, porque había visto que les habían llamado la atención a otros compañeros, le hablé un poco fuerte “¡presidente, una para Oaxaca!”, revira y me dice “bueno, una para Oaxaca”. Fue mucha la atención porque no lo hace frecuentemente. Esa ocasión le planteé la situación de un hospital de mi tierra, que se había quedado muchos como elefante blanco por el exgobernador Ulises Ruiz Ortiz y ya tenía 14 años y la instalación eléctrica se la habían robado dos veces y nadie le ponía atención. Inmediatamente dijo el presidente López Obrador “lo vamos a inaugurar”.

Hay un dato que no tengo verificado, pero se dice que, cuando el presidente fue a inaugurar el hospital y fue a lavarse las manos en el baño, y vio una pipa afuera con una manguera conectada y descubrió que el inmueble no tenía agua. Al revisar, resulta que todo el equipo lo había rentado el gobernador Alejandro Murat y el presidente dijo “así yo no lo inauguro, regreso en unos meses”. Esto fue nota nacional y a mí me sirvió porque yo había criticado mucho la administración de Murat, y esto me dio mucha credibilidad, creo con el presidente y las autoridades federales. Esto obligó a que el gobernador comprara realmente los equipos y hoy el hospital está funcionando muy bien. Lo que está pendiente es el tema de las especialidades. Atiende principalmente a una población indígena y ha sido, la verdad, una esperanza de salud para muchas personas.

− ¿Qué opinión te merece el modelo de comunicación política de este gobierno? ¿Qué impactos crees que pueda tener en la próxima administración?

Yo creo que debe de continuar como una forma de defensa, no sé si me estoy atreviendo, de Seguridad Nacional para el proyecto. El gobierno federal se había quedado sin voces; y los grandes medios tenían otra ideología. Y es el presidente en su identificación con la comunidad, con el pueblo, que a través de la matutina hay una comunicación directa en el último rincón de la Mixteca, en la zona triqui, que es un poquito lo más apartado. Los ciudadanos y ciudadanas saben lo que dijo el presidente hoy en la mañana, lo cuestionan y toman una determinación en base a lo dicho en la matutina. Es decir, es una gran información.

No sé si lo haya hecho otro país, pero creo que este es un modelo que, por lo que sé, ya lo están estudiando españoles, en Brasil y otros países. Es una herencia, no solamente para la próxima administración, es una herencia de comunicación que nos debe de poner en alerta, a los que nos llamamos medios de comunicación, de cómo comunicar de una forma eficiente, clara y directa. Creo que es un reto, incluso para nosotros como medios, hacer dinámicas que estén a la altura de esta forma de comunicación que innovó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Ver la video-entrevista. VER VIDEO

Charla realizada el 7 de junio de 2024 en la terraza del Hotel Catedral, CDMX