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Kazajistán: la verdad sobre sus protestas
El presidente ordena “disparar a matar” contra los manifestantes.
Tras un inicio de año lleno de disturbios y violencia, el mayor país de Asia Central es el escenario de una de las mayores protestas postsoviéticas, dejando como consecuencia decenas de muertos y más de un millar de heridos.
El 2 de enero comenzaron las protestas en el sureste de Kazajistán, en la región de Mangystau, debido al aumento del precio del gas. No obstante, la realidad de los ciudadanos indica que no sólo se centran en el motivo anterior, sino que existen diversas razones para rebelarse contra el gobierno, como el deterioro económico y la desigualdad.
Debido a la magnitud y agitación del problema, las manifestaciones llegaron a Almaty, la capital económica, donde se volvieron gradualmente violentas. Los manifestantes dañaban autos de la policía y, como respuesta, las autoridades les disparaban gas lacrimógeno y granadas paralizantes. De igual manera, el presidente Kassym Jomart Tokayev autorizó “disparar a matar sin aviso previo” contra los manifestantes.
De acuerdo con el sitio web de la Amnistía Internacional España, se restringió el acceso a internet y las redes sociales, ya que buscan advertir a los medios de comunicación que no deben violar la Ley de Medios de Comunicación de Kazajistán. En contraste, generan una represión a los derechos humanos.
Las autoridades prohibieron los partidos políticos de oposición, pero ya se pueden observar en las redes sociales, específicamente en Twitter, los mensajes y publicaciones que aluden a la violencia y aterradores tratos que sufren los manifestantes.
