La comunicación simbólica del “jefe”AMLO

Claudia Sheinbaum triunfó en el proceso interno de MORENA, donde se erigió como la candidata presidencial para 2024, resultado que fue definido mediante una encuesta a 12,500 personas. Sin perder tiempo, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), este 7 de septiembre, le entregó a quien fuera jefa de gobierno el “bastón de mando” de su movimiento político, la Cuarta Transformación (4T), para formalizar en un acto simbólico que fue elegida como la coordinadora en defensa de la transformación.

Pero, ¿qué es el bastón de mando y qué significa? De acuerdo con la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos, es un símbolo de autoridad indígena, poder, sabiduría y equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza. Es un objeto sagrado que suele ser entregado a un nuevo líder, como un jefe, un chamán o un líder espiritual. En la actualidad, el bastón de mando indígena sigue siendo un símbolo de autoridad y poder espiritual. Los líderes de los pueblos indígenas suelen llevar estos báculos para simbolizar su posición.

En conferencia de prensa, López Obrador, aseguró que es el bastón de mando es «entregar una responsabilidad que me ha tocado a mí atender», y que ahora le tocará transferir a la futura coordinadora de la 4T. «Es un símbolo de los pueblos indígenas, sobre todo de los más pobres del país, y es entregarlo a quien debe encabezar la transformación, quien debe darle continuidad a ayudar a los pobres de este país».

Recordemos que, el pasado 1 de diciembre de 2018, Andrés Manuel tomó la presidencia de México y durante la ceremonia, los 68 pueblos originarios de México le entregaron dicho bastón, que simboliza el poder y la jerarquía de los líderes. En ese momento, AMLO rompió los protocolos presidenciales, asumiendo el poder a partir de un principio místico más que ideológico. Con este acto comunicativo, “el nuevo líder espiritual” del pueblo de México, redimensionaba la investidura, manchada por la corrupción y el abuso. 

En el caso del bastón de mando que le fue otorgado a AMLO y ahora pertenece a Sheinbaum, el significado es aún más específico. Este, tiene una serie de símbolos que representan los valores de los pueblos indígenas de México, como la justicia, la igualdad y la paz, valores con los que él y su partido pretenden ser identificados o percibidos, es decir, son parte de la construcción de su branding político. Por lo tanto, el bastón de mando no es un simple depositario del poder, sino el símbolo que lo representa. 

Cabe mencionar que, el político tabasqueño, durante su sexenio, se ha encargado de dotar de nuevos significados a la gesta presidencial. Llena de simbolismos en eventos cívicos, que más bien parecen ritos para afianzar su autoridad como Jefe de Estado.  Por ejemplo, en sus llamados a mítines en la Plaza del Zócalo de la Ciudad de México, los cuales le sirven para mostrar el poder que se puede observar y tocar, además de su músculo político. Lo anterior tiene un efecto identitario que no se alcanza con la comunicación digital. Por eso, a López Obrador le encanta la plaza pública.

El líder moral de MORENA, con el bastón de mando hace de algo complejo visible. Pues, este, se convierte en la encarnación del poder que se puede observar y tocar, y no sólo ejercer. AMLO, sin duda, ha atinado en la reinvención del presidencialismo mexicano a través de su comunicación política, apoyada de rituales y simbolismos, basada en la constante legitimación de su representación con sus simpatizantes.

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