Memín Pinguín: el ícono inolvidable del cómic mexicano

Cuando hablamos de cómics seguramente rápido se nos viene a la mente clásicos creados por Stan Lee como el increíble Hombre Araña o bien íconos como Superman, Thor e incluso porque no, historietas mexicanas como las historias de Capulina y Memin Pinguín. 

En tanto, esta última de gran popularidad en los años 40 en nuestro país y que con el paso del tiempo, se volvió todo un icono de la cultura popular mexicana y de las historietas. Pero como en todo éxito también hay controversia, te contamos algunas curiosidades de este popular personaje. 

Breve historia

Memín Pinguín es una de las historietas mexicanas más populares de todos los tiempos, fue creada por la escritora e historiadora mexicana Yolanda Vargas Dulché. La historia relata la vida de Memín, un niño afromexicano muy alegre que vive un sin fin de aventuras de la mano de sus amigos. 

En 1943, Vargas Dulché comenzó a escribir para historietas Pepín y para crear personajes se inspiró en sus amigos de la infancia, la cual vivió en la colonia Guerrero. Las primeras publicaciones se dieron dentro de la serie Almas de Niño, el argumento fue de Vargas, mientras que los dibujos son obra de Alberto Cabrera, según México desconocido. 

Memín Pinguín se convierte en historieta

De acuerdo con la Hemeroteca Nacional de México, aunque apareció por primera vez en las historias cortas “Pepín” entre 1945 y 1948, para la década de los sesenta ya contaba con su propia revista, realizada por Yolanda Dulché y con los trazos de Sixto Valencia. La historieta duró siete años y se publicaron 362 números. Al final, Memín y sus amigos se encuentran con un adivino, quien para convencerlos de su magia les relata su vida desde el principio, por lo que la historia vuelve a comenzar.

Humor racista

Todo éxito viene acompañado en ocasiones de controversia y para la historia de Dulché no fue la excepción ya que en 2005 cuando a la salida de unos timbres postales conmemorativos de la historieta, grupos antirracistas estadounidenses denunciaron que la figura del niño era ofensiva y reforzaba una serie de estereotipos de la comunidad afroamericana.