¿Regulación en los medios? Reflexiones post «Marcha por la Democracia»
La reciente Marcha por la Democracia, del domingo pasado, ha vuelto a poner sobre la mesa la relevancia de los medios de comunicación en el panorama político y social de México. Sin embargo, en lugar de destacarse por su capacidad para dar voz a quienes no la tienen, este evento ha resaltado la preocupante polarización en la cobertura mediática y la creciente falta de confianza en los medios de comunicación por parte de la ciudadanía.
Bajo este contexto, es imperativo reflexionar sobre la necesidad urgente de que la prensa mexicana se autorregule de manera efectiva, para reconstruir la fe de la ciudadanía en los medios. México, es uno de los países latinoamericanos donde la prensa tiene menor credibilidad, según la Encuesta Nacional de Valores, con un 72.4% de la población que confía poco o nada en los medios informativos.
Respecto a la regulación mediática, el gobierno mantiene la postura de «la prensa regula a la prensa», es decir, un enfoque de libre mercado donde cada medio adopta una postura y se responde mutuamente. Esta dinámica, en teoría, debería permitir a la audiencia diferenciar qué es un hecho veraz y elegir con base en la información publicada. Sin embargo, por el contrario, ha exacerbado la polarización y los ataques entre medios, contribuyendo a una desconfianza aún mayor por parte de la población.
Si bien es positivo que la creación de un código de ética no provenga desde el poder, es innegable la necesidad de su existencia y de que este aplique a todas las organizaciones mediáticas y periodistas del país. Además, debe ser respaldado por un organismo autónomo capaz de dictaminar y sancionar cuando se cometan faltas éticas.
La creación de un organismo independiente que supervise el cumplimiento de un código de ética en los medios podría mejorar la confianza en la prensa y promover un periodismo más responsable. Países como Brasil y Ecuador, que tienen poseen mecanismos de este tipo, muestran un 10% más de confianza en los medios que México, según la Encuesta Mundial de Valores. Esto resalta la importancia de contar con un ente vigilante para fortalecer la credibilidad de los medios y mejorar la calidad del periodismo.
En conclusión, es fundamental que los medios de comunicación en México asuman su responsabilidad ética y social, y se comprometan a garantizar la veracidad, imparcialidad y pluralidad en su cobertura informativa. La autorregulación efectiva de la prensa es esencial para fortalecer la democracia y reconstruir la confianza ciudadana en los medios de comunicación.
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