Ejército mexicano usa software para monitorear redes sociales

El Centro de Operaciones para el Ciberespacio de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ha sido objeto de controversia tras revelarse el uso de un software denominado HIWIRE para monitorear a individuos que emiten críticas hacia el Ejército y el Gobierno Federal en redes sociales. Documentos obtenidos por el Colectivo Guacamaya y una investigación de Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) muestran que esta práctica se lleva a cabo mediante el análisis de publicaciones en plataformas como Twitter.

El software HIWIRE de origen israelí, fue adquirido por la Sedena a través de un contrato con la empresa Scitum S.A. de C.V., perteneciente a Telmex y Grupo Carso. Este programa permite monitorear en tiempo real a usuarios específicos, identificar actividades e influencers clave, y analizar el contenido de sus publicaciones. Además, facilita el mapeo automático de los vínculos entre usuarios y la identificación de redes opositoras.

Un caso destacado de este monitoreo ocurrió en marzo de 2020, cuando el Ejército vigiló las cuentas de Twitter @soy_militar, @soy_militarmx y @yosoyyoio, propiedad de un presunto miembro de las Fuerzas Armadas. El interés en estas cuentas surgió a raíz de críticas hacia el Gobierno, como la liberación de Ovidio Guzmán. A pesar de que una de las cuentas fue desactivada por el propio usuario, se evidencia el seguimiento detallado por parte de la Sedena, incluso con solicitudes directas del titular de la institución, Luis Crescencio Sandoval, para conocer quién desactivó la cuenta y qué acciones tomar al respecto.

Este episodio resalta la preocupación por el uso de herramientas de monitoreo que podrían infringir la privacidad y libertad de expresión de los ciudadanos. Aunque el Ejército justifica estas acciones en el contexto de la seguridad nacional, generan interrogantes sobre el respeto a los derechos digitales y la transparencia en el uso de tecnologías de vigilancia.

Las revelaciones sobre el uso de HIWIRE por parte de la Sedena se suman a casos anteriores de espionaje ilegal con el software Pegasus, utilizado contra periodistas y defensores de derechos humanos en administraciones pasadas. Estas prácticas alimentan el debate sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y el respeto a los derechos individuales en el entorno digital.

Se espera que estas revelaciones generen un debate público sobre el alcance y la legitimidad del monitoreo de redes sociales por parte de instituciones gubernamentales, así como sobre la necesidad de salvaguardar la privacidad y la libertad de expresión en línea.