Connect with us

#iPOLÍTICA

Claudia Sheinbaum y su narrativa mediática.

Publicado

on

En comunicación política, es común la construcción de narrativas que buscan influir en la opinión pública, por ende, puede existir una alteración de la percepción con respecto a la imagen de algún personaje político. En ese sentido, el caso de la actual Jefa de Gobierno, la Dra. Claudia Sheimbaum, sirve para ilustrar la construcción de lo se conoce como “el enemigo” y que sirvió en las elecciones del 2006 con la campaña “AMLO es un peligro para México”.

Para explicar el tema, tomó como referencia los accidentes del metro de la Ciudad de México, pues, Sheimbaum afirmó que son “hechos atípicos”, “premeditados y malintencionados”, además, de resaltar que se necesitaba de una investigación a fondo. 

Lo anterior hizo que la mandataria tomará la decisión de solicitar más de seis mil elementos de la Guardia Nacional, para realizar acciones de vigilancia en las instalaciones del metro de la ciudad.

La declaración de la gobernante, también, nos recuerda la narrativa mediática del “complot y la mafia del poder” que implementó el presidente Andrés Manuel López Obrador, antes y durante su campaña, incluso, la sigue desarrollando en su mandato. Estas estrategias tienen la finalidad de construir un discurso para sustituir al adversario por “un enemigo político”, de modo que, se necesita del enemigo. Humberto Eco (2011) menciona: “cuando el enemigo no existe es preciso construirlo”.

La narrativa que gira en torno a la figura de Claudia Sheimbaum es negativa. Un ejemplo de ello, es la propaganda impresa que fue encontrada y decomisada por autoridades de la Ciudad de México en oficinas de la alcaldía Cuauhtémoc, que es gobernada por la alcaldesa perredista Sandra Cuevas. Los flyers contenían frases como: “Claudia convirtió CDMX en tragedia. ¿La quieres en tu ciudad?” y hashtags en redes sociales como #LaTragediaEsClaudia. 

Sheimbaum comentó que esos hechos se derivaron de una “guerra sucia” orquestada en su contra: 

“Para mí, en realidad, es la evidencia de una guerra sucia que hemos venido diciendo que existe. Y no es de una alcaldesa, es de la oposición, del conservadurismo. Lo que buscan es atacar, así es su manera de hacer política”. 

La oposición quería convertir a la mandataria en el enemigo de la Ciudad, pues, también se conocen las aspiraciones para las candidaturas a la Presidencia de la República para el 2024; y, de acuerdo con las encuestas, la Jefa de Gobierno podría ser la abanderada del partido MORENA.

Lo anterior, se puede explicar desde el análisis de la dialéctica amigo-enemigo, la cual se deriva del pensamiento de Carl Schmitt, en su obra El concepto de lo político. El teórico político asegura que “La esencia de las relaciones políticas se caracterizan por la presencia de un antagonismo concreto”, dando como resultado “una agrupación según amigos y enemigos”. Vale decir que esta relación amigo-enemigo sólo se concreta si el enemigo es de carácter público. Por lo tanto, el enemigo es el otro, el distinto, el extraño.

Carl Schmitt menciona que “la posibilidad de reconocer al enemigo implica la identificación de un proyecto político que genera un sentimiento de pertenencia”, es decir, la búsqueda y el reconocimiento del enemigo facilita la identificación política. 

La dinámica de las narrativas mencionadas, más allá de facilitar la identificación o inclinación política, buscan crear y afianzar la hegemonía política, trayendo consigo el incremento de la polarización, donde la opinión pública se rige en dos extremos opuestos. El panorama del discurso en la arena pública se torna blanco y negro, es decir, ya no existen los matices. 

La política se convierte en enfrentamiento, no en consenso. La figura del adversario que busca acuerdos se sustituye por la del enemigo que divide y ataca. En consecuencia, este tipo de estrategias discursivas en la agenda pública podrían tener resultados contraproducentes, porque puede producir en la sociedad un sentimiento de hartazgo y desconfianza hacia todo lo que tenga que ver con la política, incluso, con los resultados de vivir en democracia. 

Claudia Sheimbaum ha estado de los dos lados como “la enemiga” y como la constructora de la narrativa del “enemigo”; incluso, dentro de su partido, hay fuego amigo, pues la carrera para la presidencia del 2024 se está disputando y ganará quien menos se equivoque. En ese sentido, sus acciones pueden desestabilizar o mantener a flote al movimiento y proyecto de nación. Veremos el desarrollo de las internas y de los discursos que sigue la jefa de gobierno y sus adversarios. 

Continua leyendo
Da click para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Abrir chat
Bienvenido(a) YOMX, ¿en qué te podemos ayudar?