Este jueves compareció ante el congreso de los Estados Unidos, el director de Tik Tok Shou Zi Chew. Durante su audiencia fue cuestionado por la desconfianza que existe conforme a la privacidad de datos en esta red social.

Durante la audiencia en la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes del país norteamericano, el CEO Shou Zi, fue duramente señalado por comprometer información de usuarios de EEUU con el gobierno de Pekín. El legislador Dave Joyce, advirtió sobre la desconfianza que se tiene hacia la empresa de China y responsabiliza a la red social de “espiar a los usuarios estadounidenses”.

Chew, asegura que la red social TikTok está dentro de los “estándares de la industria”, referente a la recolección de información de los usuarios. Así mismo, mencionó que las empresas de Estados Unidos no han logrado obtener el historial con el registro de datos.

De acuerdo con el periodico The New York Times, esto había ocurrido en septiembre del año pasado, cuando Vanessa Pappas era directora de operaciones de TikTok, hubo una serie de filtraciones de información de las y los usuarios, y estos datos se llevaron a China. El medio, publicó los nombres de los ejecutivos anteriores de la empresa TikTok y de la compañía de ByteDance, donde se indicaba que Shou Zi Chew no era quién tomaba las decisiones sino el mismo Zhang Yiming de ByteDance.

Así mismo, Shou Zi, admitió ante el jurado que altos directivos de la plataforma  forman parte del régimen comuista de Beijing. Está afirmación no solo causó una gran tensión entre los legisladores republicanos y demócratas, sino que hubo una presión para que Chew confesara el espionaje y la vulnerabilidad de los datos que tiene que ver con la seguridad del país. 

Cathy McMorris Rodgers, presidenta del comité de Energía y Comercio indicó sobre la amenaza de seguridad que representa TikTok al pueblo de EEUU. “Señor Chew, estás aquí porque el pueblo estadounidense necesita la verdad sobre la amenaza que TikTok representa para nuestra seguridad nacional y personal”

En respuesta, el CEO Shou Zi aseguró que se toma en serio la seguridad de los usuarios  y negó rotundamente las acusaciones como una amenaza a la seguridad nacional. Al contrario, reafirmó la protección de los usuarios estadounidenses y se comprometió en resguardar la información en servidores en software que son propiedad de Oracle.

Algunos medios de comunicación y especialistas en el tema geopolítico han referido a este tipo de batalla legal como una guerra tecnológica de ambos países por el control del poder comercial. 

Se trata de frenar la influencia del país asiático, pues se ha ido posicionando en el espacio digital, compitiendo con la hegemonía de las potencias como EEUU, Canadá y el Reino Unido. Que, como medida han prohibido el uso de esta red social en sus oficinas públicas.