Cuando la inconformidad política alcanza al fútbol 

El fútbol y la política a veces se perciben cómo continentes separados, sin embargo, las protestas en cancha nos demuestran que uno, jamás ha excluido al otro.

El fútbol es el deporte más popular del mundo y esta popularidad incrementa considerablemente cada cuatro años con la llegada de la Copa del Mundo. Desde los procesos clasificatorios hasta la gran final, millones de espectadores observan a sus selecciones nacionales vencer y caer hasta que se nombra a un campeón.

Sin embargo, cuando los jugadores compiten en cancha, también cargan consigo el ambiente político de sus países, el cual en ocasiones evidencían con manifestaciones públicas de descontento. Aquí hemos reunido algunas:  

Boicot al Mundial Argentina ‘78

Argentina, una nación tradicionalmente futbolera, fue anfitrión de la Copa del Mundo en 1978 durante el régimen de la Junta Militar de Gobierno, liderada por Jorge Rafael Videla. 

La dictadura llevó a varias personas a refugiarse en distintas partes del mundo, como Francia. En el país galo se formó el Comité de Boicot al Mundial de Fútbol en Argentina (COBA). “No se puede jugar al fútbol cerca de los campos de concentración”, era la principal queja del comité el cual exigía a la selección francesa no ir al mundial. La Junta Militar respondió con 250.000 calcomanías con la leyenda “En Argentina somos derechos y humanos”.

El Partido de la Paz

Estados Unidos e Irán se enfrentarán por segunda ocasión en la fase de grupos de un mundial. La primera ocurrió en el mundial de Francia ‘98. El encuentro atrajo la atención y el morbo debido a las tensas relaciones entre ambos países.

A pesar de que se esperaba un ambiente tenso en el Stade Gerland en la ciudad de Lyon, la realidad fue que los seleccionados persas le entregaron ramos de flores blancas a sus contrapartes americanas como muestra de paz. El jugador Jeff Agoos declaró: “Hicimos más en 90 minutos que los políticos en veinte años”.

Dinamarca y Hummel vs Catar

Los uniformes futboleros patrocinados por una marca, usualmente tienen la finalidad de dar a conocer o posicionar los productos o servicios que ofrece dicha compañía, sin embargo la vestimenta que porta este año el equipo de Dinamarca proporcionada por la empresa Hummel es diferente: 

Sus playeras anuncian:  “Esta camiseta lleva consigo un mensaje. No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado la vida a miles de personas. Apoyamos a la selección danesa en todo momento, pero eso no es lo mismo que apoyar a Qatar como nación anfitriona”. La tercera equipación, totalmente negra, es para demostrar el luto por los 6,500 trabajadores inmigrantes que han fallecido. 

La marca Hummel

Selección iraní apoyando a Masha Amini

El feminicidio de Masha Amini por parte de la policía moral, despertó manifestaciones en las calles y en el espacio virtual, las cuales no se han detenido desde hace más de una semana. 

Son millones de personas las que están en desacuerdo con la brutalidad y la misoginia policial y la selección Iraní no es una excepción: en el partido de preparación contra la selección de Senegal, los jugadores entonaron su himno cubriendo con una chaqueta negra el escudo de su país. Sardar Azmoun, delantero del equipo alemán Bayer Leverkusen, expresó en su cuenta de Instagram “El último castigo será mi expulsión de la selección nacional, pero es un pequeño precio a pagar por un solo mechón de pelo de las mujeres iraníes. Siento vergüenza por lo fácil que es matar al pueblo. Vivan las mujeres iraníes”. Sin embargo, tiempo después Azmoun borró la publicación. 

Las manifestaciones en cancha nos demuestran que el deporte también sirve para fortalecer la libertad de expresión y la lucha por los derechos humanos.