El Día de Muertos se representa con diferentes elementos, como la comida, las flores, las veladoras, entre otros elementos. Pero, sin duda, uno de los más importantes es el papel picado, tan colorido y divertido que nos fascina. Además, hay quien asegura que si una ofrenda no tiene papel picado, el color y el viento no se representan correctamente en el altar.
En ese sentido, además de la típica calaverita de azúcar y el dulce de calabaza, te traemos algunas curiosidades de este adorno que se volvió emblemático y que no puede faltar en las ofrendas mexicanas.
Breve historia
El colorido del papel picado tiene su origen en el siglo XIX, cuando China importaba papel de colores -de ahí viene el nombre de “papel de china”– era llevado a Europa y de ahí llegaba a nuestro territorio. En tanto, este tipo de papel no era muy popular ya que no tenía un uso relevante, sin embargo, los peones eran obligados a adquirir pliegos para darles un uso.
La historia cuenta, que en algunas tiendas de raya donde era vendido el papel picado, se explicaba a los peones que así se vendía en China, se les contaba que se utilizaba para crear arte en donde sobresalía la técnica para cortar trozos y formar figuras de papel. De esta manera llegó a nuestro país donde hasta la fecha lleva por nombre papel picado.
Puebla era el lugar al que más llegaba el papel China y por ello, eran los habitantes quienes más lo adquirían, más específicamente, Huixcolotla. Así, los peones además de dedicarse a las labores agrarias aprendieron a cortar el papel y al ver que eran bonitas y se podían producir en grandes cantidades, decidieron venderlas en poblados cercanos. Para principios del siglo XX, el papel picado ya se vendía en Tlaxcala para llegar a la Ciudad de México y así se comenzó a utilizar en festividades del 15 de septiembre, fiestas sociales y por supuesto, para ponerse en ofrendas en día de muertos como símbolo de viento.
Significado en la ofrenda
De acuerdo con la tradición mexicana, hay cuatro elementos representados en la ofrenda: el fuego, representado por las veladoras, la tierra en los frutos, el agua, en los cántaros de barro y finalmente el viento, representado en el papel picado. En ese sentido, el papel es una especie de canal comunicativo entre la vida y la muerte ya que, en la antigua Mesoamérica, el papel amate se utilizaba para escribir códices y era considerado un material procedente de los dioses. Esto es porque el amate era un árbol relacionado con el inframundo, ya que se decía que a través de él se podía llegar del mundo de los vivos a los muertos, así que el papel picado cumple con esa función en la ofrenda. Información dada a conocer por el museo Franz Mayer.
Derechos reservados, el contenido de esta nota pertenece a iMx Noticias