¿Por qué los protagonistas de anime son niños? ¡Conoce la oscura razón!  

La animación nipona es un éxito mundial, sin embargo conocen sus oscuros orígenes y la influencia de estos, en los valores  morales que presentan.

El mundo del entretenimiento ya no está dominado por occidente. Desde hace varios años, la industria de la animación japonesa, o anime, ha ganado millones de seguidores de todas las edades, gracias a sus historias poco convencionales, su detalladas animaciones, su variedad de géneros y lo memorable de sus personajes. 

Pero ¿Te has preguntado porque la mayoría de los protagonistas de estas historias son menores de edad? A primera instancia pareciera una pregunta irrelevante porque en la animación occidental también predominan los niños y adolescentes como ejes centrales de sus historias, pero, a diferencia de las series y películas de este lado del mundo, la animación japonesa no está centrada exclusivamente en un público infantil, sin embargo esto no impide que sus personajes centrales carguen con grandes responsabilidades, por lo general, con el destino de la humanidad. 

Protagonistas menores de 20 años están presentes en  una gran cantidad de franquicias como Neon Genesis Evangelion, Attack on Titan, Demon Slayer, My Hero Academia, Naruto, etc.

 El deber de los jóvenes de proteger el bien común de su sociedad, trabajar en equipo para completar el objetivo principal, ser sometidos a rigurosos entrenamientos físicos y  mentales, y ser completamente fieles al Estado, son claros ejes de muchos animes.   

Los orígenes de estas características se pueden rastrear a finales del siglo XIX en Japón cuando se redactó el Rescripto Imperial sobre la Educación (RIE). La modernización del país requería la total colaboración de la población, por lo que la educación se volvió en un pilar de ese objetivo: en los jóvenes estaba depositada su esperanza .

El Rescripto solicitaba a la gente que «promueva el bien público y promueva intereses comunes; siempre respete la Constitución y respete las leyes; en caso de que surja una emergencia, ofrézcase con coraje al Estado; con el cielo y la tierra «.

Este mensaje se reforzó durante la participación del Imperio Japonés en la Segunda Guerra Mundial. Para promover la “liberación de Asia”, defenderse del enemigo extranjero (Estados Unidos y el Reino Unido) y llevar la civilización al resto del continente, el Ministerio de Marina de Japón pidió un largometraje que se llamó “Momotaro, el dios de las olas”. En esta película animada de 74 minutos, observamos a niños representados como animales enlistarse en el ejército y ocupar altos cargos, donde reforzaban los objetivos y valores mencionados.

Japón ha buscado limpiar su imagen imperial abriéndose más al mundo occidental, pero la importancia del deber con la sociedad sigue arraigada en su cultura y, por ende, en su industria del entretenimiento. Aunque todavía hay franquicias que llegan a promover el respeto a sus gobiernos, también hay varios que llegan a cuestionar esta relación. 

¿Seguirás viendo las historias de anime con los mismos ojos?