Desierto Sonoro: Una familia, migrantes y nativos americanos 

Leer Desierto Sonoro es subirte en un auto que atraviesa los claroscuros de Estados Unidos, acompañad@ de una familia de 4, mientras que la lucha de los apaches que vivieron hace muchos años, la travesía de dos niños migrantes y las memorias de los sonidos del mundo van naciendo y cobrando fuerza, hasta que todo, se vuelve uno.

Esta obra ha sido considerada por expertos de todo el mundo, cómo una de las más importantes del 2019, incluso Barak Obama, la incluyó en su icónica lista de los mejores libros del año.

La historia trata de una investigadora que busca documentar la diáspora de los infantes que llegan a Estados Unidos, desde Latinoamérica y de un documentalista tras los rastros del último grupo de nativos americanos en rendirse ante la milicia colonialista. Ambos forman un matrimonio, uno que está en crisis.  

Para cumplir su misión, deben viajar y deciden hacerlo juntos y acompañados de una niña y un niño: sus hijos. El punto de inicio: Nueva York, el destino: el desierto de Arizona.

Los padres narran historias, muchas de ellas construidas más que con imágenes, con sonidos, pues ambos han trabajado en la compilación de audios citadinos: el ruido de los vagones del metro al llegar a una estación, las pisadas de los transeúntes en una plaza pública, las conversaciones en los espacios públicos. 

Tras la evocación constante de los sonidos, hay una alegoría: el poder de la oralidad, de la audificación de los últimos años, esto, gracias al desarrollo de plataformas cómo el podcast.

El arranque de la obra transcurre en calma. Sin embargo, a pesar de que la acción dramática es lenta, el lenguaje natural y la narrativa dinámica de la autora, ayudan a sobrellevar el ritmo de la primera mitad del libro.

Pasadas algunas hojas, la trama se torna fascinante: se descubre el peligro de los supremacistas blancos y las grietas en las relaciones personales. Además, el viaje de los personajes centrales se empieza a entremezclar con el de los niños que cruzan la frontera, al punto que la novela adquiere tintes fantásticos.

Desierto sonoro es un libro para viajar entre sonidos, tiempos y realidades.