Cada 27 de octubre, según la tradición mexicana del Día de Muertos, llegan las almas de las mascotas al mundo de los vivos. Es el día en que los hogares colocan ofrendas con croquetas, juguetes y agua para recibir a los fieles compañeros que partieron, honrando su lealtad y amor incondicional.
En ese sentido, también es inevitable recordar a las queridas mascotas del cine que, con su partida en la pantalla grande, marcaron generaciones enteras y nos hicieron soltar más de una lágrima. Te contamos algunas de ellas:
Charly, el perro protagonista de Todos los perros van al cielo (1989), una cinta animada que se volvió clásica por su mensaje espiritual y conmovedor. La historia, centrada en la redención de un perro que muere y busca ganarse su lugar en el cielo, fue nominada a varios premios Annie por su animación y banda sonora, además de convertirse en un símbolo de nostalgia para los amantes del cine de los 80.
Otra pérdida inolvidable fue la de Sam, la valiente pastora alemana que acompaña a Will Smith en Soy Leyenda(2007). Su sacrificio conmovió al público y fue uno de los momentos más impactantes de la película. Aunque no obtuvo premios específicos por su interpretación, la cinta fue reconocida con múltiples galardones por efectos visuales y ambientación postapocalíptica.
En John Wick (2014), la muerte de Daisy, la cachorra del protagonista, desató toda la trama y se convirtió en una de las escenas más comentadas y dolorosas del cine moderno. La crudeza de la escena generó polémica, pero también reforzó el mensaje de pérdida y venganza que catapultó a la saga al éxito internacional.
No podemos olvidar a la madre de Bambi, cuya trágica muerte enBambi(1942) traumatizó a generaciones enteras. Este clásico de Disney, ganador del Premio de la Academia a Mejor Canción y nominado a Mejor Sonido, se mantiene como una de las películas más influyentes del cine animado, a la vez que marcó el inicio de una larga tradición de escenas emocionales en las películas familiares.
Y, por supuesto, Mufasa en El Rey León (1994), cuya caída ante los ojos de su hijo Simba se convirtió en una de las muertes más icónicas del cine animado. La película ganó dos premios Óscar y tres Globos de Oro, consolidándose como una de las producciones más exitosas de Disney, pero también una de las más tristes para toda una generación.
En estos días de festejar a nuestros muertos, mientras adornamos las ofrendas para nuestros compañeros de cuatro patas, también recordamos a esos animales del cine que nos enseñaron el valor del amor, la pérdida y la memoria. Porque, al final, tanto en la vida como en la pantalla, los lazos con nuestras mascotas son eternos.
