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¿Por qué nos gustan los documentales de asesinos en serie?
¿Por qué si un homicidio es algo tan deleznable las series de asesinos seriales son un éxito? ¿Por qué con solo leer el título y ver las primeras escenas nos enganchamos con estos programas?
El documental “El monstruo: La historia de Jeffey Dehmer” se ha convertido en el segundo más visto en Netflix, alcanzando 205.33 millones de espectadores.
La información que se presenta gira en torno a uno de los primeros casos de asesinatos en serie impulsados por la homofobia y el canibalismo, el cual fue estudiado por especialistas en psicología y psicoanálisis.
Sin embargo, los familiares de las víctimas han expresado su desconecto con la perspectiva de la serie, asegurando que se proyecta una imagen glorificada de Jeffrey, en vez de concentrarse en las vidas que acabó.
El éxito de este tipo de producciones se debe a muchas variantes, pero el mostrar “el origen” de estas conductas, es de los aspectos que más llaman la atención, pues existen muchas interrogantes en torno a la historia y a la razones que llevan a una persona a cometer delitos tan salvajes.
Por otro lado, existe cierta sensación de “naturalidad” al presenciar violencia, debido al contexto social de muchos países: Estados Unidos es en donde más casos de asesinos seriales se han reportado, mientras que México está en el número 10, el más reciente el feminicida de Atizapán que se destapó en el año 2021.
A.J Marsden, profesora en Psicología de la Escuela Universitaria Beacon de Leesburg (Florida, EU) en un artículo de The Huffington Post explica que “Los crímenes reales son tan cautivadores porque nos permiten intuir las partes màs perversas de la psique humana”.
Las noticias siempre informan de este tipo de delitos, pero nunca muestran que incitó al perpetrador a realizar tal atrocidad, mientras que este tipo de series ahonda en la infancia y adolescencia de los perpetradores, así cómo en los estudios médicos y psicológicos en torno a estos sujetos.
En resumen, el gusto por este tipo de contenidos radica en la curiosidad innata del ser humano en descubrir las naturaleza de aquello que teme.
Fuentes:
