El perfil que Morena necesita

Si bien el proyecto encabezado por el presidente López Obrador arrasó con una victoria aplastante en 2018, montado en una ola de hartazgo y descontento por parte del electorado y evidenciando el rechazo de las viejas prácticas políticas que durante el último cuarto de siglo –si no es que más– predominaron en el país, hoy en día la narrativa de acabar con la corrupción, reducir la violencia y abordar la pobreza generalizada de México, ¿Será suficiente para levantarse con la victoria seis años después?

Y es que, si bien es innegable que continúa ganando terreno el Movimiento Regeneración Nacional, ampliando las posibilidades de quien se vea cercano al presidente con tal de ser elegido como representante popular, es esta misma insistencia por parte de algunos grandes personajes en su círculo más cercano, más, la falta a los principios y compromisos que el mismo partido creó como estatutos de representación del movimiento, que han incrementado el descontento de muchas personas que confiaron en su proyecto a lo largo de este proceso de transformación.

No es para menos la muy reciente derrota de su candidato en Coahuila –una de las elecciones más importantes este año- que en términos generales partió con la hegemonía de la organización, polarizando las mismas bases de la militancia, y que en términos más coloquiales terminaría por diluir la presencia del movimiento en el estado, sin llegar a los acuerdos necesarios que fortalecieran su participación.

Pero, volteando la mirada a la cada vez más cercana elección presidencial de 2024, los recientes comportamientos por parte de las y los aspirantes a la representación del partido –posibles coordinadores-, y tomando en cuenta lo mencionado en Coahuila, habría que valorar quién de ellos realmente representaría lo que el partido necesita. 

Cuatro serán los perfiles que desde la trinchera de MORENA aspirarán a la coordinación y uno por organización aliada, es decir, seis personajes que figuran en las encuestas para participar en el proceso, pero ¿Quién de ellos realmente cumple con los requisitos? Y de ser así ¿Cuáles serían estos requisitos? Es ahí donde las cosas se tornan complicadas, no sólo por los intereses, las capacidades, la simpatía o las alianzas que cada uno vaya generando, sino porque el desafío no es minúsculo y es bien sabido que varios de ellos no gozan de la mejor reputación.

Sobre todos los aspirantes que parten con esta persistente búsqueda de popularidad, –sin hablar de la poca interacción que podrían alardear tener con el presidente como los destapados de Morena– y que incluso, hasta reproches de su parte existen en contra del presidente, tenemos a Gerardo Fernández Noroña, que si bien, es de los menos indicados para representar los valores de Morena, es el único que mediáticamente no usa máscara a la hora de comunicar para intentar generar simpatía, él es así, sin personajes ni tapujos, a quien le caiga dirían en el argot popular. Aunque esa estrategia quizás no sea la más conveniente para él en estos momentos en los que se sabe que en el método de encuesta, gana el más popular más no el más capacitado.

Por otro lado, pero no menos importante está Manuel Velasco, muy por debajo del gusto de las personas, o mínimo, así lo colocan las push polls más conocidas que circulan en redes sociales, pero eso sí, muy fino a la hora de tomar parte de esta elección y apegado a la sostenibilidad de su partido que para nada es un misterio que elección tras elección han sabido colocar sus alianzas estratégicas para mantenerse a flote, caso contrario a lo que ocurre con el (PRD) pero ese, ya es otro cantar.  
El presidente es pragmático y en su día a día se nota cómodo, sin preocupaciones – hablando específico del proceso electoral– con la confianza de tener todo bajo control y es que, en cierta forma, no habría porque no sentirse así de su parte, la aventajada presencia de sus aspirantes, una oposición cada vez más ensimismada, alejada de cualquier posibilidad, transmiten un mensaje de desorganización, y que para Morena la verdadera complicación se encuentra dentro de la misma participación de sus corcholatas. En cierta forma, el perfil deberá garantizar lealtad, protección, pero sobre todo continuidad.