#iMUJERES
Instagram, una red de espejismos.
Las redes sociales en la actualidad funcionan como una herramienta para relacionarse, durante la pandemia y la llegada de la nueva realidad se convirtió en el elemento principal para interactuar con el mundo exterior, pero…¿Qué consecuencias fueron las que trajo el uso excesivo de estas plataformas?
De acuerdo con El País se estima que el 90% de los adolescentes tienen presencia en las redes sociales, hecho que corrobora el último estudio de la Consultoría Comunicación Política Aplicada: ¿Cómo usan Instagram los mexicanos? en donde el 59.25% tienen un rango de edad de 14 a 20 años. Por ello, los riesgos y las consecuencias emocionales que pueden llegar a tener al obsesionarse con esta plataforma puede llegar a generar trastornos.
Instagram, un arma de doble filo.
Según el diario Wall Street Journal (2021), más del 40% de los usuarios de Instagram tienen 22 años o menos, y son vitales para los ingresos anuales de aproximadamente 100 mil millones de dólares (84,68 mil millones de euros) de la compañía». Actualmente, es una de las 5 redes más utilizadas en nuestro país, su atractivo visual, y la constancia de publicaciones que existe en esta plataforma, logra atrapar a los usuarios más jóvenes por caracterizarse de contenidos audiovisuales, inmediatos y fáciles de comprender cómo reels y las famosas stories.
En Instagram cualquier persona logra dibujar una vida, que puede ser o no real pues se idealiza por medio de imágenes, fotografías y vídeos las experiencias. Esta red social ha logrado ser una herramienta muy útil y un arma de doble filo para cualquier adolescente en estado de vulnerabilidad. Estudios realizados por la empresa Meta han demostrado que Instagram tiene efectos dañinos en millones de usuarios jóvenes, particularmente en mujeres adolescentes.
Desde el punto de vista científico Instagram “tiene un potencial adictivo ya que con cada like o comentario se tiene en el cerebro descargas de dopamina, es decir, al recibir un like el cerebro no se queda inerte como si esto no le influyera, sino que se reciben sentimientos, sobretodo los jóvenes sienten algo cuando reciben un like, si tu subes una foto de algo que te gusta y nadie dice nada, automáticamente te replanteas, puesto que a nadie le ha interesado y las personas no les gusta no sentirse aceptados, reconocidos”, menciona la doctora médica psiquiatra, Marian Rojas.
¿Cuál es la solución?
Claudia Rodríguez, neuropsicóloga de la Escuela Europea de Transformación Emocional nos da las siguientes recomendaciones:
- Establecer horarios para conectarnos
- Priorizar las relaciones sociales de la vida real sobre la digital.
- Ser capaces de olvidarnos, un rato cada día, del celular.
- Tener alguna actividad física
- Dejar el celular una hora antes de irse a dormir
Las recomendaciones que se dan para la moderación en el uso de redes sociales, al final son responsabilidad del usuario, puesto que en nosotros cabe el poder de construir espacios virtuales, empáticos, reales y auténticos, sin caer en un ciberespacio lleno de espejismos.
