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Ghosting: el dolor del “me dejó en visto”
La inmediatez con la que navega actualmente la información ha hecho que nuestra vida se vuelva más rápida. Las redes sociales, han proporcionado una serie de herramientas tecnológicas que han logrado crear una comunicación constante entre los usuarios, esto, ha traído como consecuencia una sobresaturación de la información, que ha hecho más fácil virtualizar nuestras relaciones, pero también “terminarlas de manera más simple».
¿Qué es el ghosting?
El término en inglés ghosting, traducido al español como “hacerse el fantasma”, se define como la acción de terminar una relación afectiva cortando todo contacto con la persona con la que se interactúa, sin dar explicación alguna.
En la era de la hipervisibilidad que no te vean puede generar sentimientos de frustración. Además, los likes se han vuelto una necesidad en las interacciones, asimismo, las relaciones también han sufrido cambios por el uso del espacio público digital.
Es decir, la tecnología hace que se amplifique la disponibilidad del otro, esto genera la ilusión de que puedes encontrar el amor, pero, cuando se esfuma puede provocar inestabilidad.
Pinzón, E. R. (2019), define el ghosting como una forma violenta y cruel de finalizar con una relación amorosa, pues se desaparece sin dar explicación alguna, teniendo como consecuencias distintos grados de confusión, culpa, ansiedad, incertidumbre, inseguridad y trauma ante la falta de explicación para el duelo.
De acuerdo a un estudio de la revista Elle, el 26% de las mujeres admitieron haber sido víctimas del ghosting y haberlo aplicado, con respecto del 33% de hombres .
¿Existen variedades al Ghostear?
Se puede dividir en dos tipos:
- Minighosting: las conversaciones se enlazan de forma tardía y casi siempre inician por el mismo integrante de la relación que se abandona “receptor”.
- Ghosting pasivo: es la forma sutil pero activa, los encuentros planeados empiezan a ser cancelados con anticipación por parte del emisor, pero aún mantiene una interacción por otras redes (te sigue dando like en tus fotos, o sigue viendo tus historias) sin embargo no se inicia una conversación.
Finalmente, existe una versión más leve del ghosting es el curving, que consiste en responder en forma breve y distante, en la que de manera implícita se perdió el interés. Esto se aplica cuando existe culpa de ghostear, pues se mantiene a la persona interesada en ellos.
Básicamente, el curving es un ghosting con conciencia de que es políticamente correcto tener responsabilidad afectiva.
Actualmente, en la era de las aplicaciones para citas y la inmediatez del internet, el estar en un anonimato tras un celular hace que resulte más sencillo terminar las relaciones sin dar explicaciones, esa ausencia de realidad nos conduce a valorar menos nuestro entorno. Eso trae como consecuencia empezar a pensar que el ser ignorados está bien, generando un trato negativo hacia nosotros mismos y al mismo tiempo comenzamos a emplear con los demás ese comportamiento, así es como desaparece la empatía entre unos y otros.
La búsqueda de relaciones socioafectivas, debe incluir personas más allá de la atracción física o sexual logren tener la apertura de conversar sobre sus emociones de forma empática, incluso cuando se hable de terminar cualquier relación socioafectiva.
