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El caso de la futbolista Maribel Domínguez:
revictimización y malas prácticas periodísticas
En días recientes, los medios de comunicación tradicionales y, sobre todo, las redes sociales se inundaron de encendidas conversaciones en torno a las acusaciones de la futbolista y entrenadora Maribel Domínguez, quien señaló ser víctima de acoso sexual por parte del equipo técnico de la Selección Nacional Sub-20.
Maribel no fue la única que denunció esta situación. La Federación Mexicana de Football (FMF), aseguró haber recibido una carta anónima escrita por una jugadora, la cual reportaba el mismo problema.
En días siguientes reporteros, periodistas de opinión y usuarios en redes sociales especularon que Maribel habría acosado sexualmente a sus jugadoras a cambio de asegurar convocatorias, minutos de juego e incluso titularidades. Es decir, señalaron que la víctima, era la victimaria. Esta situación desembocó en chistes y memes en redes socio digitales.
René Tovar, editor en jefe de ESPN en México, publicó una nota el 24 de julio donde revelaba el nombre de la jugadora que había escrito la carta antes mencionada. Comunicadores y usuarios en redes sociales recriminaron la nota de Tovar alegando que ponía en riesgo la integridad de la jugadora, revictimizándola y que podía desmotivar a sus compañeras de alzar la voz por miedo a posibles represalias.
El 26 de julio, la FMF desestimó los rumores de los supuestos acosos de la jugadora, pero a pesar de esto, fue cesada como entrenadora. La institución señaló que esta decisión se tomó a causa de “falta de liderazgo y conductas inapropiadas… compartiendo información y decisiones indebidamente y privilegiando a un grupo de jugadoras”. No obstante, la imagen de Maribel ha sido marcada por el resto de su carrera.
La periodista de la revista Proceso, Beatriz Pereyra, reveló que el preparador físico Roberto Melville, fue quien violentó sexualmente a la jugadora que redacto la carta anónima y también aseguró que Domínguez conocía de estas prácticas, pero no hizo nada para detenerlas.
Melville no recibió el foco mediático, ni la condena de los internautas, a pesar de existir pruebas de violentar sexualmente a las seleccionadas.
La noticia también sirvió como excusa para elaborar la noticia falsa que señalaba que la entrenadora era afiliada al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), mostrando como prueba un fotomontaje de Maribel portando un chaleco del partido.
El caso de Maribel Domínguez ha puesto en evidencia las deficiencias del periodismo nacional: revictimización, golpeteo político, burla. Ante una situación tan grave como el acoso sexual, otra vez, las únicas personas perjudicadas fueron las víctimas.
