Víctimas de los sismos en Turquía piden ayuda en las redes sociales y el gobierno suspende Twitter

Los sismos de magnitud 7.7 y 7.6, que afectaron varias ciudades de Turquía y Siria el pasado 6 de febrero, han dejado cerca de 23 mil fallecidos y más de 50 mil heridos. A casi una semana de la tragedia, las posibilidades de rescatar a personas con vida bajo los escombros se han reducido por el tiempo transcurrido y las bajas temperaturas.

Los sismos fueron particularmente destructivos en la región de Gaziantep de Turquía, donde nueve ciudades se encuentran entre las más dañadas. El número de víctimas superó a las del sismo ocurrido en 1999, con epicentro en Mármara. Este terremoto había sido el más destructivo de la historia reciente del país al dejar un saldo de 17 mil 127 muertos.

En medio de la tragedia, las redes sociales han operado como articuladores de ayuda comunitaria y han sido el último recurso de comunicación de las víctimas. Sin embargo, esta dinámica ha estado marcada por los extremos. Mientras que en Twitter irrumpió el llamado a la acción y la colaboración, el gobierno turco impuso bloqueos para censurar expresiones críticas.

El lunes 6 de febrero, la tendencia #EnkazAltındayım [#EstoyBajoLosEscombros] trascendió las fronteras en Twitter y se consolidó como una de las más activas. La etiqueta fue utilizada para compartir en las redes sociales miles de mensajes de WhatsApp, Signal y otros servicios de mensajería a través de los que personas atrapadas bajo los escombros o desde las ciudades más afectadas, pedían ayuda y daban detalles de dónde se encontraban.

Mensaje de Whatsapp de una persona atrapada bajo los escombros: “Hay mucha gente atrapada bajo los escombros y de ninguna manera una ambulancia o un cuerpo de bomberos. Las personas que fueron a ayudar están hambrientas y cansadas”. Foto: Twitter.

Entre los miles de casos de personas que pidieron ayuda a través de mensajes, hubo quienes  aprovecharon la dinámica para difundir desinformación. Entre estos mensajes hubo operaciones coordinadas en las que cuentas automatizadas fueron empleadas para difundir mensajes falsos de supuestas personas atrapadas.

Los mensajes de damnificados migraron de plataforma a plataforma, hasta volverse tendencia. En otros casos, las víctimas utilizaron YouTube, TikTok e Instagram para transmitir en tiempo real desde el interior de los derrumbes o zonas afectadas. Este tipo de documentaciones son cada vez más frecuentes en desastres. Sin embargo, en este caso, la narrativa ha sido más detallada y se ha vuelto un exponente de la dimensión que tienen las redes sociales en contextos de emergencia.

Casos como el Abdul Rahman Araj dieron la vuelta al mundo. El menor conmocionó a la Red al transmitir en tiempo real mientras se encontraba bajo los escombros de un edificio en una ciudad siria. En la grabación, el menor muestra el sitio derrumbado donde está atrapado y cubierto de polvo. En la grabación se escuchan los lamentos de otras personas y el adolescente dice que no sabe si logrará salir con vida de ahí.

Transmisión de AbdulRahman Araj debajo de los escombros en Siria. Foto: TikTok

El momento del rescate de Araj también fue difundido poco después a través de TikTok. Este no fue el único caso, otros videos similares fueron transmitidos durante los primeros días de la tragedia desde el interior de los derrumbes.

LA CENSURA NO SE DETUVO

Las redes sociales tuvieron una importante labor comunicativa en Turquía y Siria. Sin embargo, se reportaron bloqueos de Twitter en las principales redes de telefonía turcas, en medio de una creciente desaprobación del papel desempeñado por el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdoğan.

De acuerdo con el observatorio Netblocks, que documenta suspensiones y bloqueos de Internet y plataformas digitales en todo el mundo, se registraron en Turquía varias interrupciones del acceso a Twitter el 8 de febrero, dos días después de que ocurrieron los sismos.

“Confirmado: los datos de la red en tiempo real muestran que Twitter ha sido restringido en #Turquía ; el filtrado se aplica a los principales proveedores de Internet y se produce cuando el público confía en el servicio después de una serie de terremotos mortales”, afirmó Netblocks.

De acuerdo con DW, decenas de personas fueron arrestadas a unas horas de que ocurriera el terremoto por publicar críticas al presidente Erdoğan. Mientras que en las redes sociales se acumularon los reclamos por la mala gestión de las fuerzas de rescate nacionales, principalmente en Hatay, una de las ciudades más afectadas.

Desde Antioquía, Erdogan negó que hubiera negligencia en los rescates y aseguró que 20 mil soldados realizan operaciones de salvamento en la zona.

Desde octubre del año pasado, Amnistía Internacional condenó la aprobación en Turquía de una ley contra la desinformación que penaliza la publicación y difusión de mensajes que el gobierno interpreta como falsos.

La ley estableció una pena de uno a tres años de prisión por difundir información falsa respecto a la seguridad interior y exterior, el orden y la salud pública. La pena se incrementa para quienes publiquen esta información y además oculten su identidad, o sean parte de una organización.