El pasado viernes 19 de agosto, detuvieron al ex procurador de la República, José Murillo Karam. Quien durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, en el año 2014, fue el encargado de liderar la investigación sobre la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre. Posteriormente, presentó la denominada “verdad histórica”, en la que mencionó que los normalistas habían sido incinerados y posteriormente arrojados en el basurero de Cocula.
La opinión pública estaba un tanto dividida. Mientras que algunos medios, así como periodistas, aseguraban que el gobierno había realizado un buen trabajo, en cuanto a la investigación. Otros medios, así como estudiantes de diversas instituciones académicas y sectores de la sociedad reprochaban por completo, el actuar del gobierno en cuanto a la situación.
Los hechos en sí mismos, dejaban ver la situación de crisis que vivía el país, por lo que, a través de diferentes medios, se desarrollaron protestas en todo el país, con el fin de esclarecer los hechos ocurridos, la noche del 26 de septiembre. No obstante, las declaraciones por parte del gobierno, en ningún momento fueron suficientes para que existiera consenso de la sociedad en cuanto a la “verdad histórica”.
Es pertinente señalar, que la desaparición forzada de los 43 estudiantes, no fue un hecho aislado, puesto que, en México es un fenómeno que ha ocurrido en distintas ocasiones, desde hace ya varias décadas. En este sentido, a lo largo de la historia la mayoría de esas desapariciones han quedado impunes.
Fue el actual gobierno, encabezado por el subsecretario de gobernación, Alejandro Encinas, quien de forma oficial desmintió la denominada “verdad histórica”, para declarar que se trató de un crimen de Estado. Por lo que, se concretó la detención por primera ocasión de un ex procurador de la República. Sin duda, se trata de un suceso político importante, ya que, desde el inicio de la campaña, el presidente aseguró que esclarecerá los hechos de Ayotzinapa.
Sin embargo, será cuestión de tiempo para saber si en esta ocasión, existe consenso por parte de la sociedad para aceptar una nueva “verdad”, en cuanto a la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. A su vez, todavía existen una serie de elementos que aún quedan a la deriva, que han provocado que la opinión pública cuestionó las declaraciones del actual gobierno.
Es evidente que se trata de una situación compleja, ya que, deja en claro que el tejido social mexicano, está roto. La desaparición forzada, no debería ser un hecho común y mucho menos debería quedar impune. Asimismo, es fundamental que la sociedad, así como los medios, cuestionen lo que los gobiernos consideran como verdad.