Aunque su nombre es sinónimo de música ranchera y su legado en el ámbito musical sigue siendo invaluable, el cantautor guanajuatense José Alfredo Jiménez también dejó una huella imborrable en el cine mexicano. Fallecido el 23 de noviembre de 1973 a los 47 años, José Alfredo no solo es recordado por canciones icónicas como «El Rey», «La media vuelta» y «Me cansé de rogarle», sino también por su incursión en la pantalla grande, donde brilló como actor y consolidó su presencia en el séptimo arte.
Fue en 1952 cuando Jiménez, luego de haber dado sus primeros pasos como cantante en la XEW en 1948, debutó en el cine mexicano con una participación destacada al lado de Pedro Infante. Juntos protagonizaron dos películas consecutivas bajo la dirección de Miguel Zacarías: «Ahí viene Martín Corona» y «El enamorado». En estos filmes, Jiménez dio vida a Martín Corona, un personaje que había ganado gran popularidad gracias a una radionovela.
Aunque su carrera cinematográfica comenzó en 1951 con una breve aparición en la comedia musical «Los huéspedes de La Marquesa», fue en el cine donde José Alfredo se consolidó como actor. A lo largo de su carrera participó en 26 filmes, entre los que destacan «Camino de Guanajuato» (1955), junto a Lola Beltrán, «Juana Gallo» (1960), con María Félix, y «Me cansé de rogarle» (1966), donde compartió créditos con Lucha Villa. También dejó su marca en «La chamuscada» (1971), dirigida por Alberto Mariscal.
La última película en la que participó como actor fue «La loca de los milagros» (1975), un estreno póstumo protagonizado por Libertad Lamarque. Sin embargo, más allá de su faceta como actor, su legado musical sigue vivo en más de 150 títulos, desde su primera colaboración en «El tigre enmascarado» (1951) hasta su icónica aparición en películas como «Los hijos de María Morales» (1952) y «Una cita de amor» (1958).
A través de los años, su música ha trascendido fronteras, siendo parte de importantes producciones cinematográficas internacionales. Algunos de sus éxitos se escucharon en películas nominadas al Oscar, como «El Norte» (1983) y «Estrella solitaria» (1996), así como en la reciente producción de Hollywood «Blue Beetle» (2023), donde «El Rey» formó parte de la banda sonora.
José Alfredo Jiménez sigue vivo en cada nota, en cada película y en el corazón de quienes lo consideran uno de los más grandes artistas de México. Su legado sigue siendo una parte esencial de la cultura mexicana y una inspiración para generaciones de músicos, cineastas y fanáticos.