Un día como hoy, el 13 de julio de 1985, la música demostró que podía cambiar al mundo. Hace 39 años se celebró el legendario Live Aid, un megaconcierto benéfico que reunió a los artistas más importantes de la época para recaudar fondos destinados a combatir la hambruna en Etiopía. Desde entonces, esta fecha se recuerda como el Día Mundial del Rock, homenaje a uno de los mayores hitos de la historia musical.
El evento fue idea del músico y activista irlandés Bob Geldof, quien logró lo impensable: organizar dos conciertos gigantescos de manera simultánea, uno en el Estadio de Wembley (Londres) y otro en el JFK Stadium (Philadelphia). Más de 70.000 personas asistieron a cada sede, pero la verdadera magnitud del Live Aid se vivió a través de la pantalla: fue transmitido en directo a más de 150 países y alcanzó una audiencia estimada de 1.500 millones de personas, convirtiéndose en uno de los eventos televisivos más vistos de la historia.
El cartel fue, sencillamente, espectacular: Queen, U2, David Bowie, Led Zeppelin, Elton John, The Who, Paul McCartney, Sting, Dire Straits, Phil Collins, Eric Clapton y muchos más subieron al escenario para entregar actuaciones históricas. Incluso Phil Collins voló en el Concorde para tocar en Londres y Filadelfia el mismo día.
Aunque todas las presentaciones tuvieron momentos memorables, la actuación más recordada fue la de Queen, liderada por Freddie Mercury. Su set de apenas 20 minutos es considerado por muchos como la mejor actuación en vivo de la historia del rock, gracias a la energía, la conexión con el público y el talento incomparable de la banda británica.
Hoy, el Día Mundial del Rock celebra no solo la fuerza de este género musical, sino también el espíritu solidario que unió a millones de personas bajo una misma causa. Un recuerdo eterno de que la música puede ser mucho más que entretenimiento: puede ser un motor de cambio.
