Marcelo no gana la candidatura, pero sí la narrativa 

Marcelo Ebrard, una vez más y, por tercera ocasión, parece que se quedará en la orilla de la carrera a la candidatura presidencial. El ex canciller, horas antes de darse a conocer el resultado de la elección interna de MORENA, rumbo a las elecciones presidenciales de 2024, pide repetir el proceso de selección del defensor de los comités de la #4T de su partido “por la cantidad de incidencias” reportadas. 

El excanciller, en los últimos días y semanas había realizado señalamientos en contra de Claudia Sheinbaum y del proceso interno de MORENA, por desvíos de recursos públicos en beneficio de la ex jefa de gobierno, así como acarreos, pintas en todo el país y espectaculares, es decir, una operación de Estado en pro de la aspirante capitalina. 

De acuerdo con los sondeos a la encuesta de MORENA, la mayoría de los afiliados del partido votarían por Claudia Sheimbaum. Por lo tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le daría el bastón de mando a Sheinbaum como un acto simbólico para anunciarse como la representante de la 4T y posible sucesora en la presidencia.

Mientras que, Ebrard, parecía no haberse dado cuenta que, más allá del resultado de la encuesta, todo parecía indicar que Claudia sería la elegida, porque en momentos de crisis como el trágico accidente en la Línea 12 del Metro o el pésimo resultado para MORENA en la Ciudad de México, durante las elecciones intermedias del 2021, perdiendo la mitad de la ciudad, AMLO arropó a la mandataria y contuvo los daños.

Quien fuera jefe de gobierno, jugó su última carta, antes del anuncio de los resultados de la encuesta, realizando un mensaje a tres horas de darse a conocer los resultados. De acuerdo con Luis Hurtado, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, “lo anterior le permite posicionarse y ganar la agenda mediática, política y social”. Hurtado, quien también funge como CEO de la Consultoría Política Aplicada, asegura que el discurso de Ebrard “se centra en la narrativa que ha empleado la izquierda a lo largo de la historia cuando cuestiona la simulación en los procesos políticos. Al anunciar que la encuesta debe realizarse nuevamente, termina por deslegitimar al triunfador de esta contienda interna”.

La suerte de Marcelo, está en un volado: puede aceptar la derrota y sigue bajo la sombra de AMLO y de MORENA o, abandona el movimiento de la 4T y se va a otro partido como Movimiento Ciudadano, asumiendo los riesgos de una  posible persecución política.

La gran duda es, porque si López Obrador ha demostrado ser un gran estratega político, se ha inclinado por Sheinbaum, quien, de acuerdo con expertos en comunicación política,  no tiene “chispa”, es decir, carisma que le permita conectar con los sectores populares, mucho menos con el resto del electorado.

Las acusaciones de Marcelo embarran la imagen del partido y la pulcritud de la elección interna de Morena, contradiciendose con uno de los testamentos de su partido: no corrupción y simulación. La posible ruptura de Ebrard con el movimiento de la cuarta transformación podría complicar la jornada electoral de la presidencia en 2024. La elección de Sheimbaum, parece avivar una elección presidencial que daba por hecho una victoria holgada de MORENA.

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