Quién es quién en el plagio: Xóchitl y Claudia

La candidata virtual del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, parece haberse sumado a un exclusivo club de alcance global: el de los políticos que han sido acusados de plagiar sus tesis académicas. 

Gálvez manifestó, a través de un video, en su cuenta de X “(antes Twitter) que era inocente y que no había cometido plagio. La también senadora del Partido Acción Nacional (PAN) recordó que, cuando salió de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, pudo alcanzar el grado de ingeniería a partir de un informe de experiencia profesional, por lo que su título no se derivó de una tesis. 

Asimismo, días después, Claudia Sheinbaum, la Coordinadora de Defensa de la 4T también fue acusada en redes sociales de plagiar parte de su tesis doctoral. La ex jefa de gobierno señala, respecto al tema, que “Es falso. Quien lo invento, no tiene idea de lo que es un trabajo académico”. 

Expertos señalan que, el tema de plagio en asuntos académicos por parte de los políticos en cuestión es usado por sus contrincantes para desprestigiarlos rumbo a sus aspiraciones políticas. No es la primera vez que son acusados (as) de cometer estas pifias en sus tesis o trabajos académicos. En México y el resto del mundo hay varios ejemplos, de acuerdo con el portal CNN en español. 

Estos son los más relevantes:  

Enrique Peña Nieto, presidente de México, 2016: Una investigación periodística de Aristegui Noticias acusó al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, de plagiar casi el 30% de sus tesis final en la Universidad Panamericana.

Yasmín Esquivel, ministra de SCJN de México, 2023: El medio de comunicación El País, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fue acusada de plagiar la tesis con la que obtuvo en 2009 el grado de doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac. El medio encontró que 209 de las 456 páginas del texto son iguales a trabajos publicados por otros 12 autores. El plagio equivale entonces al 46.5 por ciento de las páginas escritas.

Pedro Castillo, presidente del Perú, 2022: El entonces mandatario sudamericano fue acusado de plagio en su tesis que sustentó y aprobó para obtener el grado de magíster en Psicología Educativa. 

Vladimir Putin, presidente de Rusia, 2006: Los investigadores del Instituto Brookings acusaron a Putin de plagiar su tesis de Economía, al robar 16 de las 20 páginas de un documento publicado por la Universidad de Pittsburgh 20 años antes.

Pal Schmitt, presidente de Hungría, 2012: La Universidad Semmelweis de Budapest, antigua Universidad de Educación Física, informó que una gran parte de la tesis de Schmitt fue copiada, y una investigación de la universidad confirmó que más de 200 páginas del documento de 215 páginas mostraron «similitud parcial» a otras obras, o eran traducciones directas. Este acto tuvo tal impacto que, la universidad despojó al presidente de su doctorado, y anunció su renuncia al Parlamento.

Victor Ponta, primer ministro de Rumania, 2012: El entonces primer ministro de Rumania, Victor Ponta, fue acusado de plagiar su tesis doctoral, quien rechazó las acusaciones y dijo que era víctima de un ataque político. Sin embargo, la Universidad de Bucarest dictaminó que había plagiado gran parte de su doctorado de 2003 sobre la Corte Penal Internacional, y en 2014 le retiró su título. 

Además de trabajos académicos, también hay casos de políticos que terminan plagiando discursos de otros actores:

Joe Biden, vicepresidente de EU, 1987: Durante la elección presidencial de 1988, el entonces candidato presidencial fue acusado de imitar un discurso que el británico Neil Kinnock, del Partido Laborista, había entregado sólo cuatro meses antes. Por otra parte, Melania Trump, en 2016, fue acusada de copiar parte de un discurso de Michelle Obama. La ex modelo, en su discurso ante la Convención Republicana que nominó a su esposo Donald Trump como candidato a la presidencia de EEUU por ese partido,  presentó un discurso que copia parcialmente uno de la ex primera dama Obama.

El plagio es un mal endémico que afecta no sólo a la persona que lo realiza, debido a que también daña el prestigio de la universidad o institución donde realizó la investigación. Cuando el plagio lo realiza una figura pública, como un político, daña la reputación del país, ya que, si es una persona conocida por su cargo, la noticia va a llegar a todo el mundo y es una característica que acompañará de por vida.

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