La reciente polémica en torno a Javier “Chicharito” Hernández ha encendido el debate público sobre los límites del discurso motivacional y el respeto hacia la equidad de género. En varios videos compartidos en redes sociales, el futbolista utilizó frases como “las mujeres están fracasando”, lo que fue interpretado como un mensaje machista disfrazado de motivación.
La repercusión no se hizo esperar. Medios como El País y ESPN señalaron que el caso no solo afecta la imagen del jugador, sino que también involucra a su club, Chivas, y a la Liga MX, obligando a activar protocolos de ética y comunicación.
Impacto en la percepción pública
La reacción social ha sido inmediata y polarizada. Mientras algunos seguidores defienden el derecho de Hernández a expresarse, colectivos de género y voces públicas han criticado el tono de sus declaraciones, señalando que reproducen estereotipos dañinos y contrarios al avance de la equidad.
En comunicación, este tipo de crisis refleja cómo una declaración individual puede escalar hacia un conflicto institucional si no se gestiona de forma estratégica. Tanto Chivas como la Liga MX deben deslindar posturas, enfatizando valores de respeto y diversidad.
Respuesta y estrategia comunicacional
El Código de Ética de la Liga MX exige una conducta pública ejemplar de los jugadores, por lo que se evalúa una posible sanción al futbolista. En paralelo, la estrategia de comunicación debería incluir:
- Un mensaje institucional que reafirme el compromiso con la equidad.
- Acciones proactivas, como capacitaciones en perspectiva de género.
- Control del discurso en redes sociales y medios, evitando que la narrativa negativa crezca.
Lecciones para el manejo de imagen
Este caso es un recordatorio de que las figuras públicas deben entender que su influencia conlleva responsabilidad social. La gestión comunicacional debe centrarse en la empatía, la transparencia y la coherencia con los valores que promueven las organizaciones deportivas.