A un año de este hecho vandálico, las heridas no han terminado de sanar. Todo comenzó cuando miles de simpatizantes del ex-presidente Donald Trump se presentaron en las inmediaciones del edificio más emblemático para la democracia norteamericana. Después pasaron al asalto, un acto que según los expertos nunca debió ocurrir, pues aseguran que Estados Unidos es una nación demócrata.
Twitter, una de las redes sociales con mayor tendencia quedó desprotegida después de ese suceso, puesto que no contaba con un evento de esta naturaleza. Es por ello por lo que esta red social anunció un reforzamiento para los monitoreos y verificaciones de infracciones políticas relacionadas al tema del asalto al Capitolio.
En declaración con la cadena de noticias CNN, el portavoz de la empresa Meta expuso lo siguiente: “Seguimos vigilando activamente las amenazas en nuestra plataforma y responderemos en consecuencia». Esto, como forma de evitar los mismos acontecimientos que suscitaron el pasado 6 de enero.
“Tenemos fuertes políticas que seguimos aplicando, incluyendo la prohibición de las organizaciones de odio y eliminación de contenidos”, anunció el portavoz de Meta.
Hace un año el manejo de las publicaciones del ex-presidente en la red social Twitter fue un punto importante para que cientos de personas se dieran cita en el recinto. Aunado a todo esto, la censura de dichas declaraciones fueron el detonante para que se agravara más dicho acto de vandalismo.
Cabe destacar que para los especialistas en política, el único beneficiado fue el expresidente Trump, al hacer del asalto al Capitolio un botín político para impulsar su intención de volver a participar por la presidencia de los Estados Unidos. Todo esto bajo el argumento “Make America Great Again” (haz América grande otra vez).