A finales de los noventa sin duda que hubo una gran cantidad de contenido en la televisión mexicana que ahora con el paso de los años recordamos con cierto agrado y con un poco de nostalgia. Clásicos como Dragon Ball marcaron a toda una generación y, aunque en la actualidad se sigue transmitiendo, en su primera época de emisión causó gran revuelo entre la joven audiencia como en la de los adultos.
Este clásico de la cultura pop como ya sabemos, la serie de cómics de Dragon Ball se convirtió en todo un éxito gracias a la historia que combinaba la ciencia ficción, las artes marciales y otros personajes que se ganaron el corazón de muchos como Gohan, Vegeta, Trunks, Bulma, Krilin y otro más.
El éxito del manga fue tanto que en la década de los 90, el estudio de Toei Animation realizó la serie animada Dragon Ball Z la cual adaptó los 325 últimos episodios que Akira Toriyama hizo del manga Dragon Ball y que llevó a Goku a volverse mundialmente conocido.
En México, la serie animada de Dragon Ball Z llegó a las televisiones de muchos hogares por allá del año de 1993. Eso sí, lo hizo a través del conocido Canal 5 y bajo el nombre de Zero y el Dragón Mágico. Sin embargo esta primera emisión no tuvo el éxito que posteriormente conoceríamos debido a cuestiones de doblaje y nombre de algunos personajes.
Obviamente el proyecto no fue bien aceptado en sus primeras emisiones así que la serie pasó a la filial de Toei Company en América, la Cloverway, quien se encargó de conseguir el doblaje para los personajes, trabajar en un diálogo bien traducido y hacer versiones en español del opening original. A raíz de este cambio Dragon Ball Z se convirtió en todo un fenómeno de la pantalla chica de finales de los años noventa.
Sin embargo, no todo podía ser miel sobre hojuelas para la serie de Toriyama ya que se enfrentó a noticias falsas sobre que su significado tenía que ver con el mismísimo lucifer, si, así como lo lees, te lo imaginas o bien si ya te duele la rodilla seguro lo has de recordar.
Estas acusaciones tomaron fuerza debido a que eran propaganda por grupos religiosos en México. A principios de la década de los noventas cuando la caricatura ya era sumamente popular entre los niños, comenzaron a circular panfletos en los que se aseguraba que Dragon Ball era satánico.
En uno de los primeros panfletos que se repetían señalaban que caricaturas realizadas por la compañía Bik Studio Shueisma Animation, como Sailor Moon, Thundercats, Caballeros del Zodiaco y por supuesto Dragon Ball, tenía un “pacto con satanás”.
En el panfleto hacían referencia además al personaje principal de Dragon Ball, Goku, a quien acusaban de que tenía el nombre de Kakarotto, el cual para ellos significa “Posesión Maligna”.
Este panfleto que fue repartido por personas que profesaban una religión en los noventa continúa circulando por las redes sociales pero no para acusar a la caricatura de satanismo, sino como un recuerdo curioso del pasado de las caricaturas ya que nunca se comprobó lo escrito en el panfleto.
