Se vislumbran cambios importantes en materia de sexualidad, al menos así se manifiesta el mercado comercial en Estados Unidos, donde robots con dimensiones y facciones similares a la de los seres humanos, son puestos a la venta, sin embargo la tendencia de estos androides se ha tornado de carácter sexual, algunos investigadores y especialistas han tomado postura acerca de este tema, lo cuál es primordial para poder visualizarlo, pues el futuro conforme a los robots sexuales suele ser incierto.
La sociedad se encuentra en constantes cambios, normalmente existen modificaciones en las dinámicas grupales o individuales, los robots sexuales podrían llegar a comandar uno de ellos, el principal peligro con este tema es la desinformación en cuestión del concepto de “robot sexual”, además al no saber definirlo correctamente desarrolla una brecha muy grande conforme a su regulación.
El objetivo es que los investigadores aborden esto en calidad de emergencia, ya que si la práctica de la compra/venta de estos robots se vuelve cotidiana, existiría una regulación de leyes basada en miedos, especulaciones, cuestionamientos y reglas morales, lo cuál abriría una discusión en materia de derecho.
De principio, los androides como el Mark 1, creado por Ricky Ma Tsz Hang, están hechos con el único objetivo de ayudar a las personas a realizar sus tareas cotidianas, o en su caso ayudar a grupos específicos dentro de la población, como por ejemplo a un señor a llevar a cabo tareas que su condición ya no le permita ejecutar, así como también preparar el almuerzo de un infante.
Sin embargo, la perspectiva con este tipo de robots cambia dependiendo la persona que voltee a ver, pues este mismo modelo (Mark 1), comenzó a ser etiquetado como robot sexual, principalmente porque le encontraron parecido a una actriz muy famosa en Hollywood, Scarlett Johansson.
La regulación acerca de estos robots, depende mucho del impacto que estos puedan llegar a tener dentro de la sociedad, algunos medios de comunicación como BBC, han realizado diferentes investigaciones periodísticas acerca de este tema, entrevistando a múltiples especialistas en el tema.
En general, comentan que estos robots son una constante amenaza a la moralidad y que pueden ser producto de daños psicológicos, Kathleen Richardson, profesora de Ética y Cultura de Robots e Inteligencia Artificial en la universidad De Montfort en Leicester, Reino Unido, dijo: «Básicamente estas compañías te están diciendo que no te preocupes, si no tienes amigo o compañero de vida, pueden crear un robot novia o novia para ti. Una relación de pareja se basa en la intimidad, apego y reciprocidad. Son cosas que no pueden ser replicadas por una máquina», mostrándose en contra de estos robots.
El panorama hacia el futuro, se percibe sin rumbo, oscuro, sin embargo, el hecho de que este fenómeno ha comenzado a tomar mayor fuerza en Estados Unidos, habla sobre lo fundamental que es analizar una realidad en donde los robots sexuales sean adquiridos no solo por los Estadounidenses, sino también por diferentes personas en lo largo y ancho del mundo.
Aunado a lo anterior, Francis X. Shen, Profesor en la Universidad de Minnesota declaró: “Nadie sabe la respuesta a esta pregunta”, pues cuestionó acerca de si los seres humanos podrán aceptar una relación amorosa con un robot en un futuro, “Pero sí sé que es probable que los robots sexuales estén pronto en el mercado estadounidense y es importante prepararse para esa realidad. Imaginar las leyes que regulan los robots sexuales ya no es una hipótesis de un profesor de derecho ni una ciencia ficción.”, concluyendo, “Es un desafío del mundo real que la sociedad está a punto de enfrentar por primera vez. Espero que la ley lo arregle.”
Los robots sexuales estarán dentro de las conversaciones unos años más adelante, existirán cuestionamientos acerca de ello, posturas a favor o en contra, se abrirán conversatorios con diversas finalidades, las dinámicas sociales pueden estar sujetas a cambios radicales o tal vez sean simples escenarios hipotéticos.
Cuéntanos, ¿Qué opinas acerca de estos robots?