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Politización y desinformación: las dos caras de la narrativa en torno a la reaprehensión de Ovidio Guzmán

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Arresto de Ovidio Guzmán

Durante más de 36 horas, las redes sociales estallaron tras la reaprehensión de Ovidio Guzmán. La falta de confirmación de los hechos por parte de las autoridades generó un abismo de desinformación durante la mañana del jueves; mientras que grupos de choque aprovecharon la coyuntura para inyectar una dosis de politización al evento, que causó pánico y terror en Sinaloa por la violenta reacción del cártel del Pacífico. 

Sinaloa se paralizó este jueves tras el operativo en el que fue detenido Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, hijo de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, quien es requerido por las autoridades estadounidenses por narcotráfico. 

La detención del capo despertó la ira del cártel del Pacífico. Poco después de su captura, los llamados “chapitos” incendiaron vehículos, realizaron bloqueos en las vías principales y aeropuertos de Sinaloa y exhibieron su músculo en todo el estado. Durante más de 36 horas, Culiacán se vio sumido en el caos y el terror. Las actividades cotidianas se interrumpieron, las oficinas gubernamentales se paralizaron, se cerraron hospitales y se reportaron saqueos en tiendas de autoservicio. 

Las primeras horas del jueves trascendieron en medio de un bloqueo informativo, mientras las autoridades de Sinaloa guardaban silencioa, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió durante la conferencia Mañanera de ese día, no tener información sobre la detención del capo. 

“No sabemos todavía cómo están los acontecimientos en Sinaloa. Hay un operativo que inició en la madrugada y más tarde vamos a informarles sobre eso”, señaló AMLO por la mañana. 

El arresto de Ovidio Guzmán ocurrió poco después de las 6 de la mañana del jueves. Tres horas después, con el caos ya instalado en la entidad, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, llamó a la ciudadanía a mantener la calma. Poco después, a través de las cuentas oficiales del Gobierno del estado, se publicó un mensaje en el que se informó a la ciudadanía que se suspenderían las labores en las dependencias gubernamentales. Sin embargo, ninguna autoridad confirmó la detención de Guzmán durante un periodo de alrededor de siete horas. 

A las 9:35 horas, el aeropuerto de Culiacán ya estaba cerrado. Más tarde se confirmó el bloqueo del aeropuerto de Mazatlán. En las redes sociales comenzaron a circular videos de aeronaves de las Fuerzas Aéreas y privadas que fueron rafagueadas con armas de alto calibre, por presuntos miembros del crimen organizado. 

Ante la falta de información, las actualizaciones de la captura de Ovidio comenzaron a ser difundidas en las redes sociales por periodistas especializados en temas de seguridad. A las 10 de la mañana, las versiones extraoficiales referían que el hijo de “El Chapo” Guzmán había sido trasladado a la Ciudad de México y sería presentado en el Campo Militar Número 1. Sin embargo, las autoridades mantenían hermetismo sobre el tema. 

A las 12:15 Aeroméxico confirmó que uno de sus aviones, con pasajeros a bordo, recibió disparos. La aerolínea también informó que canceló sus vuelos de manera temporal a Culiacán, Mazatlán y Los Mochis. 

Varios eventos deportivos fueron suspendidos, entre ellos, la liga BBVA MX. El periodista Marcos Vizcarra narró desde Twitter que sujetos armados le quitaron su vehículo y logró resguardarse en un hotel, donde más tarde también ingresaron estos grupos criminales, quienes pidieron a los huéspedes que les entregaran las llaves de sus autos. 

La desinformación se abrió paso entre el silencio de las autoridades. La falta de una versión oficial generó especulaciones y rumores que causaron temor y alerta. Es el caso de los aviones de la Fuerza Aérea que participaban en un evento cívico, el cual, fue confundido por usuarios y periodistas con maniobras relacionadas con el operativo de captura de Ovidio. 

De manera simultánea al traslado del hijo de “El chapo” a la Capital del país, se llevó a cabo la ceremonia conmemorativa del Bicentenario del Heróico Colegio Militar en el Campo Marte. Las especulaciones aumentaron minutos después del inicio del evento debido a que la transmisión vía redes sociales fue interrumpida de manera abrupta y sin explicaciones.  

Entre la desinformación que comenzó a circular, surgió el rumor en las redes sociales de que los aviones militares del desfile sobrevolaban la Ciudad de México por la detención del capo, lo cuál era falso. Las mismas imágenes fueron más tarde compartidas por usuarios que afirmaban que los aviones sobrevolaban Culiacán con una bandera de México extendida bajo el fuselaje.

Uno de los mensajes sobre un supuesto sobrevuelo de aviones militares en la CDMX por la captura de Ovidio.

SEDENA CONFIRMA EL ARRESTO 

Ovidio Guzmán fue arrestado por primera vez el 17 de octubre del 2019 por las Fuerzas Armadas mexicanas. Sin embargo, fue liberado horas después por solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador, bajo la justificación de que se evitaría “un baño de sangre en Culiacán”. 

Por la tarde del jueves, Luis Crescencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), confirmó en una rueda de prensa que la madrugada del 5 de enero, personal del Ejército, la Guardia Nacional (GN), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Fiscalía General de la República (FGR) detuvieron a Ovidio Guzmán, presunto líder de la fracción los menores, afín al cartel del Pacifico. 

El arresto se logró mediante acciones de inteligencia después de 6 meses de reconocimiento y vigilancia en el área de influencia de este grupo criminal en Culiacán, señaló el secretario. 

De acuerdo con Sandoval, la madrugada del jueves, elementos de la Guardia Nacional y la Sedena identificaron a personas armadas a bordo de camionetas, algunas de ellas con blindaje artesanal. La Guardia Nacional en coordinación con la Novena Zona Militar establecieron un cerco perimetral sobre los vehículos sospechosos y las personas a bordo respondieron con fuego.

Ovidio fue detenido en posesión de armamento de uso exclusivo del Ejército.Tras el arresto, células del cártel habían realizado al menos 19 bloqueos de vías de comunicación hasta la tarde del jueves. El secretario de la Sedena confirmó que estos grupos atacaron el aeropuerto y la Base Aérea Militar no. 10 y bloquearon todos los accesos a la ciudad de Culiacán; también se reportó un motín al interior del penal de Aguaruto.

Mientras Ovidio Guzmán era trasladado  a la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), los enfrentamientos en Sinaloa continuaron. El saldo al corte del viernes fue de 29 muertos, de los cuales, 10 pertenecían al crimen organizado. La Sedena informó que además, 35 militares resultaron heridos durante el operativo. 

Los saldos materiales aun no son cuantificados en su totalidad. Los enfrentamientos se prolongaron durante más de 36 horas en las que los sinaloenses fueron sometidos a una extrema violencia que dejó afectaciones psicológicas. Poblaciones como Jesús María, los habitantes permanecieron en toque de queda debido al desarrollo de por lo menos 12 tiroteos. Varias comunidades de Badiraguato, población de la que es oriundo “El Chapo” Guzmán, permanecieron sitiadas por el Ejército. La Comisión de los Derechos Humanos y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa intervinieron para que los soldados permitieran el acceso a estas poblaciones, donde también se interrumpió la energía eléctrica. 

CULIACANAZO Y POLITIZACIÓN

Durante más de 36 horas las redes sociales se generó un alto nivel de conversación en torno a la detención de Ovidio Guzmán. El tema se apropió de las tendencias de Twitter. Tras los primeros informes de la detención, el hashtag #Culiacanazo resurgió con un alto grado de politización. 

El término #Culiacanazo dio continuidad al episodio del 2019, en el que Ovidio fue liberado por órdenes del presidente. Los señalamientos en torno a que el Estado mexicano realizó la detención por órdenes del Gobierno estadounidense y de su presidente Joe Biden se colocaron como un eje importante de la discusión. En pleno desarrollo del conflicto armado, miles de usuarios de Twitter se posicionaron lejos de la crisis de violencia y se enfocaron en el aspecto político. 

De esta dinámica, surgieron hashtags como #TodosSomosOvidio, un reproche a las filas de la oposición que se apresuraron en dar una lectura negativa al desempeño de las autoridades. La etiqueta, en tono sarcástico, tenía como intención visibilizar que los antagonistas y críticos al Gobierno de López Obrador podrían llegar al punto de victimizar al capo con el fin de condenar la actuación de las autoridades. 

Entre viernes y sábado, esta discusión continuó en desarrollo y se integraron consignas en contra del expresidente Felipe Calderón a quien miles de usuarios señalan por su supuesta implicación en el crimen organizado y el incremento de la violencia desatada durante su sexenio debido a la implementación de la Guerra contra las drogas.

Fuente: Elaboración propia con información de la API de Twitter. 

EL IMPACTO DE LA VIOLENCIA

En una muestra conformada por 30 mil tweets, se observó que la CDMX, Jalisco y Nuevo León mantuvieron su centralidad habitual en esta red social. Sin embargo, Sinaloa, Veracruz, Sonora y Baja California también tuvieron una alta participación. 

Fuente: elaboración propia con información de la API de Twitter. 

En el transcurso del jueves, decenas de videos falsos sobre hechos violentos relacionados con el arresto de Ovidio se difundieron en todas las plataformas digitales. En algunos casos se trató de videos de hechos ocurridos en otras ciudades y en otros países. La desinformación se mezcló con el sentimiento de indefensión de la ciudadanía. De esta conversación emergieron los hashtags #ZonaDeGuerra, #NoSalgan y otras expresiones relacionadas con el riesgo y la violencia. 

La quema de automóviles, el cierre de aeropuertos y hospitales, las imágenes de Culiacán en llamas y otras expresiones de violencia acontecidas durante la jornada de este jueves, no fueron hechos espontáneos, sino parte de una narrativa que durante décadas se ha consolidado dentro de un clima de paralegalidad. 

Mediante esta narrativa, el crimen organizado intenta comunicar su poderío y lanzar advertencias intimidatorias que interpelan de manera directa al Estado. Mientras que del otro lado, la ciudadanía, inerme ante el dominio del espacio público por el crimen organizado, ve afectada su calidad de vida  y acentúa la percepción de miedo de la que también emerge una narrativa que cuenta la historia desde la perspectiva ciudadana. 

Esto ocurrió durante la captura de Ovidio. En medio de la contingencia y la necesidad de comunicar sobre la coyuntura, se posicionó entre los mensajes más comentados de Twitter, un video en el que se observa a un grupo de menores de edad a bordo de un vehículo de sicarios, portando armas de alto calibre. El usuario @donvocero publicó el video, acompañado del mensaje: “La sociedad Mexicana está podrida cuando niños salen a las calles a defender a un narcotraficante”. El tweet generó miles de reacciones y se posicionó como uno de los más retuiteados durante las primeras horas del episodio, aun cuando la contingencia por la violencia desatada en el estado se mantenía vigente. Al corte de esta nota, el tweet sumó 4 mil 500 retuits y 14 mil 200 “me gusta”. 

Entre las palabras más utilizadas en la discusión sobre la captura de Ovidio Guzmán destacan violencia para referirse a los hechos y  oposición debido a la discusión que derivó del acontecimiento y que se encaminó a la confrontación entre simpatizantes de la 4T y opositores. También destacaron los actores políticos, entre ellos, AMLO, por el protagonismo que tuvo en los grupos de conversación que politizaron el tema, al igual su homólo Joe Biden. También destacaron Ejército, Sedena y Fuerzas armadas por el papel que desempeñaron en el arresto del capo, y finalmente, otros de los actores que destacaron en la discusión fueron el cártel del Pacífico a través del término sicarios. 

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