A contracorriente: mujeres especializadas en tecnología que desafían a corporaciones y régimenes misóginos

Alexandra Elbakyan, quien se aferra a no dejar morir Sci-Hub y enfrenta acusaciones de editoriales científicas; Timnit Gebru, despedida por señalar un artículo censurado en Google; Roya Mahboob, una empresaria de Afganistán, que desafió al régimen talibán y el machismo en su país y Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, tienen en común su perseverancia en el ámbito tecnológico donde han sido perseguidas pero han mantenido sus proyectos a flote. 

Por ser mujer, por afectar los intereses económicos de los grandes corporativos, por ser atravesada por el contexto geopolítico, o inconformarse ante la censura, cuatro mujeres destacadas en el campo de la tecnología han sufrido de persecución y despido injustificado en años recientes.

Entre las historias distópicas del mundo tecnológico se encuentran los casos de varias investigadoras que han sido perseguidas por sacar a flote proyectos polémicos o incómodos para los gobiernos y grandes corporaciones. 

En medio de un ambiente hostil y con pocas oportunidades para las mujeres, algunas subsisten a contracorriente. De acuerdo con datos del Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), hasta el 2021, la participación de las mujeres en la ciencia fue del 33.3 por ciento, una cifra muy lejana a la equidad.

Roya Mahboob: perseguida por ser mujer y dar trabajo a mujeres 

Desde hace más de 10 años, Roya Mahboob, una empresaria afgana, resiste a la amenaza talibán que ha arrebatado por completo la libertad de las mujeres y niñas a acceder a la educación y a incursionar en la tecnología. 

Mahboob ha escapado del régimen Talibán desde los primeros años de su vida. De ser refugiada, logró graduarse en Ciencias de la Computación por la Universidad de Herat. En 2010, cofundó Citadel Software Company, donde el 90 por ciento de la plantilla laboral eran mujeres; en un país donde la religión impone un conservadurismo radical que impide que la mayoría de las mujeres incluso salgan de sus casas. 

Levantar un proyecto de esta naturaleza, en uno de los países con más represión a las mujeres, implicó ir contracorriente y lidiar con clientes que se negaban a pagar por sus servicios y sufrir de persecución y espionaje. 

Después de ser nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo en la edición del 2013 de la revista Time, Mahbood comenzó a recibir amenazas de muerte. En una entrevista que la empresaria concedió a Wired, señaló que a partir del 2014, no solo talibanes, sino también grupos de hombres conservadores locales, la amenazaron y la acusaron de traición, por ser mujer, dirigir una compañía de software, contratar a mujeres, conducir un vehículo y hacer negocios con extranjeros. 

En enero del 2014, Mahmood se vio obligada nuevamente a dejar Afganistán y refugiarse en Nueva York. Roya no se detuvo y desde el exilio fundó la organización Digital Citizen Fund, que ayuda a niñas de países en desarrollo a tener acceso a la tecnología y a la conectividad. 

Dentro de esta organización, uno de los proyectos más destacados fue la creación del primer equipo femenino de robótica en Afganistán. Tras la ocupación talibán en el 2021, las adolescentes tuvieron que escapar del país por temor a represalias. De acuerdo con la BBC, el equipo tuvo que huir a seis países distintos antes de obtener asilo temporal en México. 

«No solo salvaron nuestra vida sino también nuestros sueños, que buscamos se hagan realidad”, dijo una de las jóvenes tras su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de  México (AICM). 

Becarias de Digital Citizen Fund. Foto: Twitter. 

Alexandra Elbakyan: enfrenta acusaciones por liberar artículos científicos

Alexandra Asanovna Elbaykan se graduó en 2009 de la licenciatura en Ciencias de la Computación por la Universidad Técnica Nacional de Kazajistán. Ante las dificultades que enfrentaba para costear los accesos a documentos científicos, la joven desarrolló el proyecto Sci-Hub, una plataforma libre de papers científicos que para el 2020 albergaba 82 millones de documentos académicos a los que se puede acceder sin costo. 

En 2016, Nature la catalogó como una de las personalidades científicas más destacadas del año. En la actualidad los usuarios de Sci-Hub realizan 25 millones de descargas por mes, según Natura. China y Estados Unidos lideran los países con más usuarios. 

A pesar de la utilidad de su proyecto y el beneficio que supone a la comunidad científica, desde el 2015 la neurocientífica enfrenta acusaciones penales por parte de la editorial académica Elsevier. La compañía con sede en Países Bajo la demandó ante una corte estadounidense por infracción de derechos de autor y por violar la Ley de Abuso y Fraude Informático de Estados Unidos. 

Desde entonces, Elbaykan ha intentado evadir los bloqueos para que Sci-Hub se mantenga activo. A pesar de que un juez le ordenó inhabilitar el sitio, ella ha logrado cambiar la dirección del dominio en varias ocasiones para mantener el acceso a la plataforma. 

Después de dos años de litigio, en 2017, Elbaykan perdió el juicio contra la editorial neerlandesa y se le ordenó pagar una multa de 15 millones de dólares. Sin embargo, al ser residente de Rusia, país donde Estados Unidos no tiene injerencia legal, la programadora ha evadido el pago.

Durante el 2022, Elbaycan hizo pública su sospecha de que el FBI hubiese accedido a datos de su cuenta de Google. La compañía le notificó que esta intromisión habría sido realizada bajo una orden judicial que les impedía informarle a qué datos de su cuenta accedieron. Algo similar le ocurrió con Apple. 

Además de las acusaciones que Elbaycan enfrenta por infracción de los derechos de autor, el Departamento de Justicia Estadounidense la ha investigado por su posible relación con agencias de inteligencia rusa a las que habría entregado  “secretos militares de contratistas de defensa”, de acuerdo a GenBeta. 

Aviso enviado por Google a Elbaycan. Foto: Especial 

La lucha por mantener activo el sitio a pesar de los constantes bloqueos de dominos se ha mantenido hasta este año. El 26 de enero, Elbaycan informó a través de su cuenta de Twitter [@ringo_ring] que el dominio con terminación “.se” había sido desactivado pero ya se encontraba habilitada la terminación “.ru”. 

Meng Wanzhou, detenida tras la escalada de tensiones entre China y EU

En 2018, Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, e hija del fundador de la compañía, Ren Zhengfei, fue arrestada en Canadá a petición del gobierno estadounidense. 

Wanzhou, una de las empresarias más importantes de China, se vio atravesada por un conflicto geopolítico que la llevó a ser recluida en prisión domiciliaria por casi tres años. El corporativo tecnológico, considerado uno de los más importantes del mundo, fue señalado por el gobierno de EU de espionaje. 

En diciembre del 2018, cuando las tensiones ya escalado de tono y tanto China como EU se habían impuesto sanciones comerciales, Wanzhou fue detenida en Vancouver por posible violación a las sanaciones contra Irán. El Ministerio de Justicia sólo confirmó el arresto sin dar más detalles, supuestamente, a petición de la detenida. 

La versión de EU se centró en señalar a Meng por haber engañado al banco HSBC sobre la relación que Huawei mantenía con la empresa Skycom, lo que implicó un riesgo de violar las sanciones de EU a Irán. La liberación de Wanzhou se llevó a cabo bajo la condición de que la ejecutiva reconociera de manera pública las acusaciones. 

Timnit Gebru, despedida de Google por denunciar censura 

Timnit Gebru es una investigadora destacada en el campo de la Inteligencia Artificial (AI), fundadora de la organización Black in AI, quien fue parte del equipo de IA Ética de Google hasta diciembre del 2020, en que fue despedida por presentar una inconformidad. La científica de origen etiope cuestión una solicitud de sus superiores de retirar los nombres de todos los redactores de un artículo que estaba por ser publicado. 

De acuerdo con los directivos de Google, el paper titulado, “On the Dangers of Stochastic Parrots: Can Language Models Be Too Big? [“Sobre los riesgos de los loros estocásticos: ¿pueden los modelos de lenguaje ser demasiado grandes?], tenía inconsistencias y por eso pedían que fuera censurado. Aunque el texto completo no ha sido publicado, periodistas especializados en el área refieren que el artículo se centraba en los posibles sesgos en modelos de IA.

Sin embargo, los motivos del despido de la investigadora no fueron aclarados. De acuerdo con la versión de Gebru, a ella le enviaron un correo electrónico informándole que ya no pertenecía a la empresa mientras ella estaba de vacaciones. Sin embargo, Google señaló que la investigadora había renunciado por su cuenta. 

El caso cimbró a la comunidad científica. Más de 5 mil científicos y trabajadores de Google firmaron una carta de inconformidad con la retidad de Gebru de la compañía. En febrero de 2021, Margaret Mitchell, fundadora y codirectora de la unidad de IA Ética, también fue despedida de manera similar, luego de mostrar preocupación por el despido de Gebru. 

Google aclaró a The Guardian que Mitchell fue despedida supuestamente por violar un código de conduta y filtrar archivos de la compañía. Sin embargo, algunos empleados de la compañía afirmaron que Google había emprendido una campaña de desprestigio en contra de Gebru y Mitchell, quienes habían solicitado al gigante tecnológico mayor transparencia y habían expresado inconformidad por la censura de documentos críticos a los desarrollo de la compañía.