El próximo 5 de noviembre, Estados Unidos elegirá entre Kamala Harris y Donald Trump, y su decisión tendrá repercusiones significativas para América Latina, especialmente en el ámbito migratorio. Aunque la región no ha sido una prioridad de campaña, las promesas de ambos candidatos revelan enfoques opuestos que podrían afectar a millones de migrantes y a las economías latinoamericanas.
Trump: Mayor Deportación de la Historia y Restricción de Beneficios Migratorios
El republicano, Donald Trump, ha planteado una política migratoria radical, que incluye el cierre de fronteras y la eliminación de programas de acogida como el Estatus de Protección Temporal (TPS), un programa clave para el beneficio de migrantes de Venezuela, Haití, Nicaragua y Cuba . Además, Trump propone poner fin a la ciudadanía por nacimiento y lanzar una «histórica» campaña de deportación, apoyada por el ejército y la Guardia Nacional, lo que tendría un impacto sin precedentes en los migrantes y sus familias.
Según Benjamin Gedan, director del programa para América Latina del Wilson Center, si Trump logra ejecutar incluso una fracción de sus propuestas, las economías de América Latina enfrentarían serias consecuencias. Las remesas, una fuente crucial para países como El Salvador, Nicaragua y México, se verían afectadas, lo que, a su vez, generaría presiones económicas en estos países, donde en algunos casos las remesas representan más del 30% del PIB.
Además, el proteccionismo económico de Trump podría impactar a los socios comerciales de Estados Unidos en América Latina. Amenazas como imponer aranceles de hasta el 200% a productos como los autos afectarían directamente a México, el principal socio comercial de EE.UU.
Harris: Reformas Migratorias Graduales y Control de Fronteras
Por su parte, Kamala Harris, quien ha trabajado en abordar las causas de la migración durante su vicepresidencia, promete una política migratoria con un enfoque más gradual y pragmático. La candidata demócrata ha expresado su apoyo a un proyecto de ley bipartidista que busca fortalecer las fronteras y mejorar el proceso de asilo, sin recurrir a las medidas extremas propuestas por Trump.
Aunque Harris también contempla restricciones en el TPS y medidas para controlar la frontera, su enfoque sería más flexible, apostando a una reforma que trata de equilibrar la seguridad nacional con una política migratoria humana. Su propuesta busca trabajar en conjunto con los países latinoamericanos, apoyando el desarrollo y la estabilidad en la región para reducir la migración forzada.
Impacto en América Latina: Entre la Inestabilidad y la Cooperación
Una victoria de Trump traería una política de deportación rápida y agresiva, lo cual afectaría las economías locales y las relaciones comerciales entre EE.UU. y América Latina. En cambio, Harris promete una política migratoria controlada, pero enfocada en la cooperación. Aunque ambos candidatos buscan fortalecer la frontera, el enfoque de Harris podría dar más margen para trabajar con los gobiernos de la región y encontrar soluciones a largo plazo para la crisis migratoria.
El futuro de la política migratoria de EE.UU. y su impacto en América Latina depende de esta elección. Mientras que Trump planea medidas radicales que podrían causar una “sacudida económica” para la región, Harris ofrece una política de ajuste gradual, pero con un compromiso de seguridad en las fronteras.